Estos son los mitos y realidades mas conocidos sobre el Dióxido de cloro

Tras la pandemia de COVID-19, muchas personas han utilizado este componente en modo de automedicación contra el virus.
martes, 2 de febrero de 2021 · 14:08

El miedo de las personas que descubren que están contagiadas por COVID-19 de ir a los hospitales que atienen la enfermedad, han causado que busquen de manera desesperada  cualquier remedio casero o medicina que reduzcan los síntomas del virus, automedicándose, y que pueden incluso dañar aún más el sistema inmunológico del paciente, a tal grado de agravar su situación.

Desde los inicios de la pandemia, el Dióxido de cloro fue una de las más populares que se dieron a conocer y se han utilizado sin tener suficiente sustento científico para tratar las afecciones que causa el COVID-19; muchas personas en el mundo han alegado que al tomar unas gotas del dióxido y de inmediato sintieron mejoría en la sintomatología que presentaban. 

Según la Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades (ATSDR) en Estados Unidos, el Dióxido de cloro se utiliza en las fábricas que producen productos de papel para blanquear, así mismo dentro de las plantas de tratamiento de agua en la producción de agua potable.

El Dióxido de cloro es un gas de color amarillo o en algunas ocasiones, color rojizo que rápidamente se descompone en contacto con en el aire.

También se ha utilizado para la descontaminación de edificios públicos y su derivado, el clorito de sodio, se utiliza para matar gérmenes, como un desinfectante.

Pero hasta el momento no hay institución sanitaria o laboratorio científico que lo reconozca como medicamento.

El consumir Dióxido de cloro puede ocasionar lo siguiente:

  • Daño hepático (afectaciones en el hígado).
  • Insuficiencia renal (falla en los riñones).
  • Daño intestinal.
  • Rápida destrucción de los glóbulos rojos, que para tratarlo se debe realizar una transfusión de sangre.
  • Vómitos. 
  • Diarrea severa.
  • Ritmos cardíacos anormales.
  • Edema pulmonar por inhalación.

Cuyas consecuencias de la mayoría son irreversibles; según las autoridades de salud del estado (SESA), los hospitales COVID-19 en Quintana Roo reciben a pacientes que han consumido esta sustancia, y que en cierto casos, ya son graves y deben ser intubados para salvar sus vidas.

Con Información de SESA y ATSDR

CG