Sastrería Canul: Una historia de superación en Cozumel

El COVID-19 se ha llevado a doce miembros de su familia y las ventas han bajado derivado de la pandemia, pero se mantienen firmes y hacia adelante
lunes, 15 de febrero de 2021 · 19:30

Más de 50 años de experiencia y calidad respaldan a don Valentín Canul, uno de los sastres pioneros en la isla de Cozumel, quien a pesar de los efectos de la pandemia, se mantiene vigente, sin embargo, la enfermedad le arrebató algo de lo más preciado que tenía en la vida.

Es originario de Yalcobá, Yucatán, llegó a Cozumel en el año de 1967 en busca de empleo, con algunos conocimientos básicos de lo que sería su verdadero oficio. Aquí conoció a don Francisco, la persona que le dio trabajo y le enseñó más a fondo el oficio de sastre.

A los 20 años de edad –muy joven- don Valentín tomó la decisión de volverse independiente, abriendo su propia sastrería, misma que se ubicaba sobre la Décima Avenida entre Adolfo Rosado Salas y 3 Sur, aunque también ocupó otros espacios en los andadores del Parque “Benito Juárez” en aquella época.

Se casó con doña María Mukul Chí con quien procreó cinco hijos, tres varones y dos mujeres. En un principio, su esposa fue una de sus cómplices en este gran proyecto familiar, pues además que era costurera, también planchaba la ropa que iba saliendo.

Con el pasar del tiempo, dos de sus hijos –Felipe y Carlos- aprendieron también el oficio, ya que, como bien dicen “el que anda entre la miel, algo se le pega”, luego de  sus constantes visitas al taller cuando eran unos niños.

Sastrería Canul comenzó a ganarse la confianza de la gente con clientes de todos los status sociales, inclusive hasta de  familias preponderantes y reconocidas en la isla de Cozumel como el Capitán Candela padre, Félix González Bonastre, Aurelio Joaquín padre, Adolfo Gracia padre, por mencionar a algunos solamente.

La puntualidad en la entrega de los encargos y la calidad de los mismos, fueron las principales cartas de presentación de Sastrería Canul, donde hasta la fecha se confeccionan trajes de Mariachis, sacos, blusas, faldas, guayaberas, trajes de carnaval para comparsas, etc. Todo al gusto del cliente.

Todo marchaba viento en popa en la sastrería, hasta que apareció la pandemia, que obligó a Don Valentín –por recomendación de las autoridades del municipio- cerrar el taller por espacio de cuatro meses, pero nadie imaginó que lo peor estaba por venir.

Don Valentín sufrió uno de los mayores golpes de su vida, pues el virus se llevó uno de los cimientos del taller, su hijo mayor Felipe “Philos” Canul a quien consideraba su brazo derecho, ya que, era él quien sacaba la chamba cuando andaba indispuesto por una prescripción médica, pues no podía extralimitarse de sus funciones a causa de un accidente años atrás.

“Si no hubiera sido por mi hijo Felipe el taller se iba a pique” recuerda con nostalgia y al borde de las lágrimas don Valentín, “era mi brazo derecho” aseveró.

Hoy, la silla que dejó Felipe se encuentra vacía, pero junto con las máquinas industriales de coser con más de 40 años de antigüedad, que los han acompañado a través del tiempo, el taller continúa vigente con don Valentín al frente y otro de sus hijos Carlos “El Bombín” Canul, quien ya lleva 23 años confeccionando.

Increíblemente, el COVID-19 se ha llevado a doce miembros de la familia, algunos que residían en el Estado de Yucatán y otros en Quintana Roo, lo cual ha sido una etapa muy dolorosa para todos. Como es de suponerse, las ventas han bajado derivado de la pandemia, pero se mantienen firmes y hacia adelante.

Actualmente, Sastrería Canul se encuentra en la Calle 3 Sur entre 15 y 20.

MA