'El Diablo se llevó a mis hermanas': Hombre narra pacto de sus parientes tras ser violadas

Don David recordó cuando en su niñez, sus dos hermanas hicieron un pacto suicida tras ser abusadas por su padre en Cancún, pero antes de que ocurriese, aseguró que el Diablo visitaba el cuarto de sus parientes
lunes, 1 de noviembre de 2021 · 09:56

'El Diablo sabe cuándo ya no quieres tu vida, se asegura de que no te arrepientas y se lleva tu alma', son las palabras de Don David, un hombre cancunense de 60 años, quien contó en entrevista para Por Esto!, de lo que pocas veces habla: 'Las noches que me tocó ver a esa personificación del mal, sentado a los pies de la cama de dos de mis hermanas'.

Ellas habían hecho un pacto suicida para castigar al 'Diablo', que no era un ser de otro mundo, que no reposaba en el infierno ni era rojo, pero sí tenía fuego en los ojos: su padre, quien abusaba sexualmente de ellas.

La mayor sería la primera en quitarse la vida y seis días antes de que acabará con su existencia, un ser con sonrisa burlona plasmada en una cara familiar, se sentaba a contemplarla mientras dormía; la última noche le dio un beso, minutos después, ella fue encontrada ahorcada en un árbol de su casa.

Con la segunda hermana se repitió la historia, todos pensaban que las jóvenes, de 15 y 16 años, atravesaban por una depresión derivada de un mal de amores, la realidad era que escapaban del abuso sexual por parte de su padre.

Un secreto a voces que se ha guardado por más de 50 años en la familia de Don David, una noche él simplemente quiso compartirlo, el ruido de las gotas de la reciente lluvia que escurrían entre las ramas de un árbol y al caer golpeaban una y otra vez el techo de lámina de su vivienda y el resto era silencio, lo hicieron recordar cuando él vio al Diablo en la misma habitación que dormía.

'Tenía mucho que no me sentía tan raro como ahora y sólo espero que nadie esté pensando en tonterías', mencionó mientras le daba un sorbo a su taza de café.

Continúo diciendo: 'Cuando era niño dos de mis hermanas se quitaron la vida y el diablo vino por ellas', su esposa, quien conocía poco de lo sucedido, dejó de servir la cena a sus dos hijos y mientras se sentaba a su lado, le acercó una cajetilla de cigarros, el hombre no fuma, sólo enciende un cigarro cuando se siente inquieto, el resto de personas que lo acompañaban alrededor de la mesa, lo miraban esperando a que siguiera hablando y lo hizo.

'Yo tenía cuatro años, por ser el menor de los hijos, me tocaba dormir en la misma recámara de mi hermana la mayor, en la casa de mis papás había muchos árboles, algunos ya viejos y cuando llovía con mucho viento, las ramas que se desprendían volaban por todas partes y hacían mucho ruido, si la lluvia era de madrugada yo me asustaba con tantos golpes y despertaba', comentó.

Don David platicó que una de esas madrugadas despertó, pero no fueron los ruidos en el patio los que perturbaron su sueño, él simplemente sintió miedo y al abrir los ojos vio a un hombre sentado a los pies de la cama de su hermana, estaban en un cuarto pequeño, poco más de un metro de distancia lo separaban de ella.

Era aterrador ver a alguien extraño a mitad de la noche en su casa, pero lo que lo dejó sin aliento fue la mirada brillosa de aquel ser, que acompañada de una sonrisa burlona lo hacían lucir espeluznante, el pequeño, quien se encontraba en su cama sobre su costado derecho, no podía moverse, no salían palabras de su boca, sólo movía los ojos de arriba abajo.

'No es como lo pintan, él se viste con un traje muy elegante como catrín, no tiene cuernos, lleva un peinado y sus manos con uñas largas que parecen garras, estaban sobre sus piernas, que en realidad son como patas de gallo y huele muy mal, no dejaba de mirarme cuando se dio cuenta de que había despertado, y cuando pude taparme, a través de las cobijas seguía viendo su cara', no sabe cuánto tiempo pasó hasta que por fin lo venció el sueño, recuerda que no podía siquiera rezar y lo que hizo fue ponerse a contar en su mente las gotas de lluvia que golpeaban una y otra vez el techo de lámina.

Ese mismo miedo lo hizo despertar las siguientes cinco noches, y ahí estaba ese hombre contemplando el sueño de su hermana de 16 años, la sexta noche, despertó al escuchar ruidos extraños: 'Se escuchaban como pezuñas pegando en el suelo y cuando desperté, él estaba caminando a la cabecera de la cama de ella, le dio un beso y al voltear a verme no dejaba de sonreír, está vez cerré los ojos y me quedé dormido, no sé cuánto tiempo pasó, pero me despertaron los gritos de mi mamá, aún no amanecía, iba a llamar a mi hermana, pero ella no estaba en su cama, y como escuché a todos en el patio me asome por la ventana, vi como mi papá y mi mamá la cargaban por los pies, mientras mi tío trataba de romper el lazo con el cual se había ahorcado de un árbol'.

Antes de ser sepultada, su mamá lo acercó al ataúd y le pidió que se despidiera de ella, recuerda que percibió el mismo olor maloliente que emanaba de aquel hombre, quiso decirlo, pero nadie le prestaba atención.

Él era muy pequeño para relacionar esa 'aparición' con la muerte de su hermana mayor, pensaba que sólo eran malos sueños, pesadillas, no comprendía por qué su hermana se había quitado la vida, él no sabía nada de la muerte, y los siguientes días, luego del sepelio y su novenario, le tocó ver cómo su padre y sus tíos cortaban el árbol, la recámara fue cerrada y al él le pasaron su cama a la recámara de su hermana de 15 años.

Nadie le explicó nada y él tampoco contó lo que había pasado durante esas seis noches; pasó un tiempo y una noche regresó ese ser, ahora contemplaba el sueño de la joven de 15 años: “Pasó lo mismo durante las cinco noches siguientes y poco antes de amanecer, cuando mi papá salía a trabajar y mi mamá lo acompañaba hasta la puerta, encontraron el cuerpo de mi hermana colgando de otro árbol”, su cuerpo, de acuerdo a lo que recuerda Don David, olía igual al de su hermana mayor y al de aquel hombre.

Pasaron años, hasta que Don David supo los verdaderos motivos de las muertes de sus hermanas, su padre había muerto y su madre le pidió que la ayudara a buscar sus papeles, entre ellos estaban dos cartas en las cuales las jóvenes habían firmado un pacto suicida, ellas decidieron terminar con su vida y pusieron fecha y hora para hacerlo, la razón de la drástica decisión era porque no soportaban más lo que su padre hacía con ellas, como castigo se colgarían minutos antes de que él saliera a trabajar, para que fuera quien las encontrará y viera lo que había provocado, era su manera de castigarlo.

'Por eso sé cómo es el diablo y sé que velaba el sueño de mis hermanas, él sabía que ya no querían sus vidas y se llevaría sus almas', finalizó Don David, quien a veces, cuando hay noches lluviosas acompañadas de un extraño ambiente, lo hacen recordar su encuentro con el maligno.

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CG