En dos años, aumentan casos de cáncer en niños y adolescentes de Quintana Roo

Aproximadamente 239 menores en Quintana Roo, de cero a 17 años, presentan algún tipo de cáncer, reportan diversas asociaciones contra esa enfermedad en la entidad, de los cuales el 30 por ciento son de adolescentes, lo que significa que 71 pacientes de entre 12 a 17 años han sido diagnosticados con este padecimiento.

La cifra de casos por cáncer infantil ha ido en aumento y, con base en las cifras de los Servicios Estatales de Salud, en el 2020 se contabilizaron 113, de los cuales 18 fueron nuevos; mientras que 239 se han registrado en lo que va de este año, 20 de ellos en los últimos tres meses,  por lo que la situación es delicada, afirmó Yusi Dzib Echeverría, presidenta de la Fundación Aitana. “En este mes se han sumado cuatro casos más, lo que es preocupante por su frecuencia, lo que no pasaba con anterioridad”, dijo.

Al respecto, abundó que en el año 2018 se detectaron 55 casos en infantes y adolescentes, en el 2019 fueron 95; en el 2020 se presentaron 113 y en el 2021 se han registrado 239, 20 de los cuales se conocieron en los últimos 90 días.

Los casos nuevos están siendo atendidos en la Clínica del Niño y el Adolescente con Cáncer Eloísa McLiberty Ángulo, de la ciudad, anexo al Hospital General de Chetumal, donde se cuenta con una atención de tercer nivel, aseguró la jefa de Servicios de Hematología y Oncología de esa unidad médica, Asunción Encarnación Jiménez, quien recalcó que la detección temprana incrementa la posibilidad de recuperación de los infantes, pues este tipo de enfermedad tiene una tasa de sobrevivencia del 59 por ciento.

Los tipos de cáncer más frecuentes en los infantes —explicó la especialista— son las leucemias, con el 50 por ciento de los casos; y linfomas, con el 20 por ciento; ambos padecimientos se desarrollan en la sangre, mientras que el 30 por ciento restante se distribuye en tumores en el sistema nervioso, en las retinas (retinoblastoma), en riñones y en los huesos (osteosarcoma).

Pese a los avances médicos, afirmó que en más del 90 por ciento de los casos detectados no hay una razón específica de la aparición del cáncer, pero algunos se relacionan con situaciones prenatales; es decir, por la exposición a radiación por parte de la madre, como son los estudios mediante radiografías.

Indicó que algunos de los signos y síntomas de sospecha de cáncer a los que deben poner atención los padres de familia son las  fiebres sin motivo, bolitas en el cuerpo, pérdida de peso, crecimiento del abdomen, cansancio, dolor de huesos, moretones frecuentes, sangrado anormal en las encías y nariz, pérdida de equilibrio, cambios de comportamiento y luz blanca en el ojo.

“Un tratamiento puede durar entre tres y cinco años, dependiendo de la gravedad de la enfermedad y puede ser atendido con quimioterapias, radioterapias y cirugías, éstas últimas se realizan en la ciudad Monterrey, a donde son enviados los infantes, apoyados por las diversas asociaciones o fundaciones que apoyan estas causas, mientras que algunos pequeños también son enviados a la ciudad de Mérida o Campeche a recibir tratamiento”, explicó.

Expuso que este año cinco infantes han “tocado la campana”, sonido que significa que han concluido su tratamiento; sin embargo, pese a ello, continúan con el monitoreo mensual y después anual en la clínica Eloísa MaCliberty Ángulo, que atiende a infantes de todo el Estado, incluida la Zona Norte de Quintana Roo, principalmente de la ciudad de Cancún.

El Estado cuenta con dos unidades que otorgan atención oncológica, la primera es el Hospital General de Chetumal, la cual se encuentra acreditada en hematopatías malignas, por lo que atiende a pacientes con leucemias y linfomas, mientras que la segunda es la Unidad de Quimioterapia Ambulatoria del Hospital General de Cancún, donde son atendidos pacientes menores de 18 años, candidatos a este tipo de tratamiento.

Por su parte, la presidenta de la Fundación Aitana, Yusi Dzib Echeverría, afirmó que el desabasto de medicamentos para el cáncer sigue presentándose en los nosocomios de la entidad, lo que complica la recuperación de los pacientes, sobre todo de menores.

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CG