Extrabajadores turísticos en Playa del Carmen recurren a la informalidad para sobrevivir

Extrabajadores del sector turístico en Playa del Carmen recurren al comercio informar para sobrellevar los gastos familiares.
miércoles, 9 de septiembre de 2020 · 13:07

Tras los efectos de la pandemia del COVID-19, que provocó el cierre masivo de hoteles y demás fuentes laborales, así como la pérdida de miles de empleos en el sector, los empleados han recurrido al comercio informal para sobrellevar los gastos económicos de la familia, según relatan de manera personal al POR ESTO! de Quintana Roo.

Hay que recordar que de acuerdo a las estimaciones de las cámaras empresariales de la Riviera Maya señala que entre 7 y 9 mil empleos en las 7 mil 500 Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Mipymes) se perdieron a causa de la pandemia, así como otra importante cantidad importante en la industria de la hotelería.

Asimismo, por la necesidad de generar recursos económicos al agotarse los pocos ahorros de la familia, los ex trabajadores de la industria turística y de otras actividades económicas ingresaron a la venta ambulante, incluyendo la promoción a través de las redes sociales con familiares, amigos, vecinos y conocidos.

En ese sentido, Yeny Cab dijo que ante la llegada de la pandemia fue despedida del hotel Princess donde se desempeñaba como terapeuta y ante la necesidad de generar recursos para la familia decidió emprender el negocio de venta de ceviches y mariscos preparados desde casa.

Dijo que es una forma de ayudar a la economía de la familia, ya que su esposo de desempeña como peluquero y que también bajo la demanda de cortes, por lo cual empezó promocionándolo con familiares, amigos, vecinos y conocidos de ambos, lo que le ha resultado para tener un ingreso.

Por su parte, Luis Chan se desempeñaba como cocinero en el hotel Paradisus que cerró por la pandemia y lo mandaron a descansar, aunque desde el primer mes decidió aplicar sus conocimientos para elaborar sushi y venderlo con sus conocidos a precios accesibles, por lo menos cuatro veces a la semana.

Reconoció que afortunadamente logra tener buena aceptación, por lo cual saca los gastos de operación y le queda una ganancia que reparte con dos de sus ayudantes, en tanto llega el ansiado llamado del hotel para reintegrarse a su puesto.

En ese mismo sentido, Paula Hernández, mencionó que se desempeñaba como vendedora de papelería en la colonia Villas del Sol pero con la pandemia cerraron y los patrones aseguraron que no volverán abrir por los altos costos que les representa el pagar nómina, servicios y no haber ventas, así que desde hace dos meses inicio la venta de aguas frescas en la vía pública, al menos le alcanza para la elaboración y comer diario.

Por Víctor Rodríguez