Nuevos hoteles, amenaza para el medio ambiente en Cancún

La construcción de tres nuevos hoteles representan una amenaza para al medio ambientes en Cancún.
jueves, 10 de septiembre de 2020 · 06:22

Al menos 150 impactos ambientales negativos acumula el proyecto de construcción de tres hoteles (15-16, 15-17 y 15-19) en la tercera etapa de la zona hotelera de Cancún, de acuerdo con sus Manifestaciones de Impacto Ambiental (MIA).

Sumado a estos tres proyectos, en la zona actualmente ya hay otras obras del Hotel 15-15 que construye la Corporación Inmobiliaria KTRC y que está ligado a los hoteles Hard Rock.

Este desarrollo (Hotel 15-15) fue autorizado hace tres años por la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) con fuerte oposición de ambientalistas.

En ese entonces se alertó sobre la devastación a la zona de manglar y su ubicación colindante con el Parque Marino Nacional Costa Occidental de Isla Mujeres, Punta Cancún y Punta Nizuc.

Actualmente el sitio fue desmontado y existen obras de construcción de los cimientos, sin embargo, sólo hay vigilantes y no se observa maquinaria ni trabajadores laborando.

Enseguida de las obras iniciadas del Hotel 15-15, se encuentra el área donde se proyectan los otros tres centros de hospedaje, la cual en estos momentos presenta zonas de manglar y selva costera abundante.

De acuerdo con trabajadores de la zona, persiste la presencia de gran cantidad de fauna nativa como cocodrilos, serpientes, aves, cangrejos, entre otras; así como especies de flora protegida por la NOM-059-Semarnat.

La Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) de los proyectos, tanto en el Hotel 15-16, como en el 15-17 y el 15-19, señala que en cada uno se identificaron 64 posibles impactos, que suman 192, de los cuales 150 son adversos, es decir graves, significativos e irreversibles.

En los tres desarrollos también se prevé generar residuos peligrosos derivados de las actividades de mantenimiento de las instalaciones del hotel, así como gases contaminantes derivados del uso de calderas y bombas.

A su favor los proyectos mencionan que los impactos benéficos que se darán están relacionados con la generación de empleos y la compra de insumos para el proyecto, lo cual beneficiará a la economía local.

No obstante, se reconoce que habrá impactos residuales que son los que sus efectos persisten después de la aplicación de medidas de mitigación, derivados de la construcción misma, su operación y mantenimiento.

En conjunto los proyectos pretenden desarrollar en más de 11.5 hectáreas de zona de vegetación, en la tercera etapa de la Zona Hotelera, cerca del parque Ventura Park.

De acuerdo con la información que ofrecen en sus respectivas MIAs, en conjunto, los proyectos suman más de mil 300 habitaciones y una derrama de más de 273 millones 831 mil dólares.

El promovente es el Grupo Palace, de la familia Chapur, a través de la razón social Corporativo Chada S.A de C.V., y que también se relacionan con los Hoteles Hard Rock y la Corporación Inmobiliaria KTRC.

Actualmente los tres proyectos se encuentran en etapa de evaluación en la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental (Dgira) de la Semarnat, luego de haber sido ingresados la semana pasada.

El Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) ha dicho que la capacidad para dotar de servicios a más habitaciones en la Zona Hotelera de Cancún ha sido rebasada.

Por este motivo fue que se ha mantenido frenado el proyecto del Hotel Grand Island, que en una de las zonas de mayor densidad de cuartos, pretende construir en un solo resort 3 mil habitaciones.

En el caso de estos tres hoteles, sumado otro que está en evaluación, denominado Hotel 15-18 (514 habitaciones) y el 15-15 (1 mil 800 habitaciones) en obras, sólo en este punto se proyectan más de 3 mil 500 habitaciones.

Además, los proyectos pretenden levantar edificios de 12 niveles, lo cual duplica la altura permitida en el Programa de Desarrollo Urbano (PDU) de Cancún, que es de seis niveles, con una altura máxima de 20 metros para el uso de suelo turístico-residencial designado en la zona.

Por Lino Sarmiento