El suicidio no es una enfermedad y se puede prevenir, aclara especialista

En lo que va del año, los casos de suicidios en Quintana Roo aumentaron 5 por ciento; acción que no es una enfermedad, sino una conducta que se puede prevenir.
jueves, 10 de septiembre de 2020 · 12:29

En el marco del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, Quintana Roo tiene un incremento del cinco por ciento en los primeros ocho meses de 2020; de acuerdo con la tendencia, los hombres son los que más se suicidan y las edades entre las que más se suscitan casos es entre 15 y 29 años; así mismo, Benito Juárez, Othón P. Blanco y Solidaridad son los municipios con más casos en el estado, informó la doctora Griselda Morales Barrera, coordinadora del Programa de Salud Mental de la Jurisdicción Sanitaria No. 2 de la zona norte.

Por otra parte, cifras de la Fiscalía General del Estado (FGE), hasta el mes de julio, reportan 71 suicidios y, en todo 2019, 125.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el suicidio es la tercera causa de muerte entre jóvenes de 15 a 19 años a nivel mundial, cerca de 800 mil personas se quitan la vida cada año y más del 79 por ciento, de todo el mundo, tuvo lugar en países de ingresos bajos y medianos.

Quintana Roo ocupa, a nivel nacional, el cuarto lugar en número de casos de inmolaciones. “El suicidio se puede prevenir, las personas que tomaron esa decisión pudieron ser atendidas a tiempo y evitar que llegaran a ello. El suicidio no es una enfermedad es una conducta”, expresó.

Aclaró que hay muchos mitos en torno a este tema, por ejemplo, se piensa que la persona que lo dice, lo va a hacer, sin embargo, no funciona así, ya que cuando lo externan, reducen la ansiedad y es un factor importante para poder a hacer la prevención.

“El comportamiento de un suicida, depende de su ciclo vital, pero no se da de un día para otro, primero empieza con un malestar emocional y luego puede llegar un factor estresante, por ejemplo, la pandemia que afectó relaciones, economía y ámbito laboral; esto causa una depresión que trae ‘pensamientos rumiantes’ (darle vueltas sin parar a aquello que nos preocupa, que no sirve de nada, es dañino y causa fatiga emocional) que se vuelven constantes, al final, todo esto pasa a una ideación suicida y se consuma el acto”: detalló.

Explicó que es importante que, desde que se detecten los primeros síntomas, las personas se acerquen a un centro de salud y pidan apoyo, ya que desafortunadamente hay un estigma en torno al suicidio.

Por otra parte, dijo que el método que más se utiliza en el estado es el ahorcamiento, y los hombres son los que recurren al mismo, por la cultura que le impide llorar, que deben mostrarse  fuerte y, ante la crisis, se ven rebasados y recurren a quitarse la vida.

En el caso de las mujeres, ingerir pastillas hasta provocar sobredosis es el método más usado para suicidarse. En la mayoría de casos son por problemas económicos, por migración, falta de recursos e ingestión de alcohol.

La edad en las que más se suicidan en Quintana Roo es entre los 15 y 29 años de edad, o sea adolescentes y adultos que están en la edad productiva.

“En el caso de los jóvenes es porque tienen problemas en la dinámica familiar, pero también pueden tener antecedentes de trastorno mentales que nunca se identificaron, lo mismo pasa en los niños, quienes presentan problemas que se van haciendo crónicos porque no tiene un tratamiento terapéutico y farmacológico adecuado”, comentó.

Por Diego Ramos