Bostezos, frustraciones y fallas: así fue el inicio de Aprende en Casa 2 en Quintana Roo

Alumnos y padres de familia en Quintana Roo le ponen un “tache” al modelo a distancia de Aprende en Casa 2 con el que inició el ciclo escolar 2020-2021, algunos no pueden acceder por falta de herramientas.
martes, 25 de agosto de 2020 · 11:14

Con cara de sueño y sin emoción pero con el uniforme puesto, Tonatiuh se sentó frente que de ahora en adelante será su pupitre y a la hora de la comida deberá quitar los libros para que su abuela ponga los platos y vasos pues también es donde todos los de la casa comen, él y su abuelita batallaron una hora para encontrar el canal donde pasaron la clases de quinto grado, cuando al fin lo lograron el alumno  se le complicó anotar las preguntas, pues en las clases no hay mucho tiempo para anotar por ser un programa televisivo.

Un día antes Tonatiuh, tuvo que dormir más temprano de lo acostumbrado después de casi dos meses de vacaciones, quien dormía tarde por ver películas con su hermano mayor, el día de ayer fue un día diferente a todas la veces que el niño ha iniciado  un curso escolar a lo largo de su corta vida, sin la prisa de acomodar los cuadernos en la mochila, tomar el desayuno,  rápido porque se hace tarde para llegar a la escuela, mientras su abuela alista una colación para comerlo en la hora del recreo ,no toma clase a lado de sus amigos con los que solía platicar sus aventuras durante las vacaciones.

Ayer Tonatiuh despertó muy temprano, para lavarse la cara y ponerse la playera escolar, en tanto su abuela le preparó unos huevos con jamón y un licuado de  leche con chocolate para que tuviera el estómago vacío antes de iniciar la clase, después colocó los cuadernos y los lápices en la cocina que desde ayer será el salón de clases hasta que el semáforo epidemiológico se encuentre en verde y pueda regresar a las aulas y retomar sus actividades normales.

A diferencia, de  su prima Sarita quien cursa tercero de primaria, con quien comparten la misma casa, toma clases con su mamá Maciel Fuentes y su papá en la terraza, las indicaciones del profesor de la niña fue tomar las clases por televisión de manera complementaría, ya que los temas y ejercicios que debe realizar diariamente se los envía por mensajes de whatsApp, que es la vía de comunicación que las mamás del grupo eligieron para mantener el contacto.

Sarita tomó clases en una mesa y unos bancos para sentarse,  con cuatro cuadernos nuevos para diferentes materias, en frente de la mesa se encuentra pegado  un pizarrón blanco que su mamá pudo comprar  desde que inició el confinamiento a finales del mes de marzo, ahí  anotan las actividades y los ejercicios que va realizar durante el día, mientras su madre le explica poco a poco los pasos a seguir.

Aunque muy sería la niña en está ocasión no perdía detalle de los dibujos para las portadas en sus cuadernos, mientras su papá le ayudaba a pintar un arco iris y dale un poco de color a los cuadernos de Sarita.    

Cozumel: No todos tienen las herramientas

Mientras la pequeña Dara Cauich, quien cursa quinto grado de primaria, permaneció acompañada de su madre en su vivienda durante la clase del primer día del ciclo escolar 2020-2021, otro jovencito salió en busca de tierra negra para ayudar a sus papás a venderla y así tener para comer y para ponerle “saldo” a su celular, porque en las tardes deberá ingeniárselas para comprender la enseñanza a través del sistema de televisión o por alguna otra vía digital.

Alberto Canché, de 12 años de edad, dijo que se encuentra estudiando la secundaria en el turno vespertino, por lo que será en ese horario cuando tome las clases frente al celular, pero antes aprovecha las mañanas para salir a buscar plantas y tierra negra con el fin de hacer algunas macetas que comercializan sus papás, toda vez que de esos ingresos le ponen saldo a su celular y así podrá tomar las clases con el aparato móvil.

El adolescente dijo que “hay mucha gente aquí en la transversal que no tiene internet. Tiene celular pero no tienen saldo, entonces tenemos que ver cómo les vamos a ayudar. Creo que los que sí tenemos para ver las tareas, se las vamos a compartir”, dijo.

A diferencia de miles de infantes y adolescentes que habitan en las zonas céntricas o que cuentan con otro tipo de herramientas educativas más sofisticadas, Dara Cauich, de 10 años de edad, se tuvo que acomodar en un espacio de su casa para que pueda ver la televisión en el horario que le corresponde al quinto grado de primaria, mientras su madre, Carolina, la acompañaba.

“Tengo que ayudarla cuando no entiende algún tema, pero la verdad es que se ha explicado bien en la televisión”, dijo.

Señaló que al saber que no todos sus vecinos cuentan con una televisión en su casa, ofreció abrir la sala de su hogar para que los que así deseen, puedan ir a la hora de clase que coincida con la de sus hijos, porque reconoció que “además de que tenemos que ayudar a nuestros hijos con la tarea, también tenemos que ayudar a ahorrar energía, porque los recibos de luz no se pagarán solitos y por eso solo se va a encender la televisión para ver las clases”.

Playa del Carmen: Abuelas se hacen cargo

Ely, una pequeña de ocho años de edad, regresó a clases virtuales al presentarse puntual frente a una laptop para recibir educación a distancia. La pequeña cursa el tercer año de primaria y pese a que cuenta con una televisión, sus padres no pudieron estar con ella, ya que trabajan.

Su abuela es la única que pudo ver el proceso de aprendizaje de su nieta y apoyarla con lo necesario para sus clases; es quien estará a cargo de su educación en este ciclo escolar. El primer día de clases de Ely fue tranquilo y aceptable bajo el cuidado de su abuela Rous. La menor estuvo al tanto de sus clases virtuales mediante una computadora personal prestada por una de sus tías, ya que la televisión con la que cuenta su abuela está descompuesta.

Su abuela indicó que esta manera de estudiar es nueva para todos, pues ella recuerda que caminaba kilómetros para
llegar a su centro de estudio, un salón con cerca de 40 compañeros y un maestro que atendía dudas, recibía tereas y ponía orden. Hoy todo es diferente y depende de cada niño aprovechar estar en casa sin tener que pasar por lo que ella para estudiar.

Isla Mujeres: Niños sin inscripción

Ana Sheryl Gil Pacheco no pudo iniciar clase este lunes porque no pudieron inscribirla en la Secundaria Técnica Benito Juárez, así que teme perder el ciclo escolar.

Su madre, Diana Aurora Pacheco, dijo que en el ciclo escolar su hija cursó el primer grado en la escuela particular “Jean Peaget”, pero ahora por las circunstancias económicas optó por una escuela pública y aunque inició los trámites, no les han confirmado.

La familia Gil Pacheco vive en el lote 13 de la calle Divino Niño Jesús en la colonia La Guadalupana. A los padres de Ana Sheryl les dio COVID-19 hace más de un mes. Se recuperaron y él ya volvió a su oficio como pescador. De hecho, este lunes salió a la captura de langosta y escama.

Esperan insistir en la inscripción de la hija en la secundaria, para continuar su preparación y no pierda el ciclo escolar.

Felipe Carrillo Puerto: Extrañan las aulas

En este municipio, la SEQ registró para este nuevo ciclo a 4 mil 431 alumnos en nivel preescolar, 10 mil 675 en primaria y 5 mil 104 en secundaria. Pero para muchos padres de familia y estudiantes fue muy complejo el inicio de las clases a distancia y no pudieron hacer mucho.

Yujaine Pacheco, quien vive en la colonia Lázaro Cárdenas, comentó que aunque desde temprano estuvo “batallando” con sus dos hijos para localizar el canal de televisión que les dijeron, no tuvieron éxito, así que mejor se enfocaron en la tarea que les pidió el maestro mediante los grupos de padres de familia.

Frente a su pequeña tienda, dispuso una mesa para las actividades, pero José, uno de sus hijos, dijo que es mejor ir a la escuela, donde el maestro les enseña, mientras que la niña compartió un tanto emocionada que parte de la tarea que le encargó el maestro es plasmar en una hoja su sentir sobre este nuevo inicio de clases, sus temores y propósitos.

Lázaro Cárdenas: No hallaron el canal

Melanie, Cristian y Marian, son tres hermanos que viven en la colonia Terencio Tah, y ayer, en el primer día de clases, se mostraban preocupados por comenzar el ciclo escolar 2020- 2021, porque en su hogar no cuentan con las herramientas para ver las clases, por lo que temprano buscaban contactar a algún vecino que les permitiera ver en sus televisores los canales educativos.

Forman parte de la familia May Cen, y sus padres Iván y Gabriela, explicaron que hasta donde viven no llega el sistema de cable y para poder acceder a ello tendrían que pagar más de 300 metros de cableado, además del contrato y la mensualidad del servicio, lo que resulta complicado por la crisis económica, por lo que abogaban a la buena voluntad de los maestros para entregarles cuadernillos o alguna forma en la que sus hijos pudieran tener sus tareas y las clases.

Melanie es de nuevo ingreso en la primaria, su hermano Cristian inició cuarto grado en la escuela Lázaro Cárdenas y Marian, la hermana mayor, cursa tercer grado en la Escuela Secundaria Técnica 4 “Tierra y Libertad”, de Kantunilkín. Ayer esperaban indicaciones de sus profesores para saber qué harían en este inicio de clases, ya que su madre solo cuenta con un celular con el que contactó al grupo de WhatsApp creado por los profesores.

En el horario de clases de este lunes, los más pequeños realizaban repasos con los cuadernos y algunas tareas básicas del ciclo escolar anterior que terminaron de igual manera con clases virtuales.

Tulum: Todo por WhatsApp

En este municipio no faltaron las trabas en el inicio del ciclo escolar, principalmente por lado las fallas de Internet y la falta de equipo móvil.

Durante estas tres semanas de “Fase Remedial”, sólo usarán comunicación vía celuar y será mediante una encuesta a los padres de familia en los grupos de WhatsApp que los maestros han creado, que determinarán si es viable el uso de la televisión.

Algunos maestros están enviando tareas y dijeron que la próxima semana la entregarán de manera presencial, cuidando las medidas de higiene.

Alma Bayardo dijo que su hijo va en segundo grado de primaria; inicia sus clases a las 8 horas, de manera virtual. Dijo que el primer día fue complicada la comunicación con los maestros, por fallas en el sistema, pero al final se solucionó y tomó sus clases.

Para Juana Hernández la cosa es más complicada, pues carece de teléfono celular y tiene cinco hijos estudiando.

Por Staff Por Esto!