Aumenta la presencia de locales y visitantes en playas de Cozumel

Poco a poco, contadas familias cozumeleñas y turistas, han logrado evadir a la autoridad y en total omisión, se han dirigido este domingo a algunas playas para darse un “chapuzón” y mitigar así el intenso calor que prevaleció en el destino, contrario a miles de familias que siguen manteniéndose en sus casas por la pandemia del COVID-19.

Aprovechando la nula vigilancia de personal de Seguridad Pública y de otras dependencias, algunos lugareños, así como turistas, aprovecharon que nadie les restringía de darse de un baño en la orilla del mar, tal y como Por Esto! de Quintana Roo fotografió a un grupo de turistas que acudieron a consumir alimentos a un establecimiento ubicado junto a la costera norte de la ínsula, para después “echarse agua” y apaciguar el intenso calor que prevaleció durante el día.

Mismo comportamiento que han comenzado a replicar los habitantes de la ínsula, quienes en el hartazgo del encierro del que han padecido a causa de la alerta sanitaria por el COVID-19, algunos de éstos han hecho caso omiso del llamado de las autoridades y decidieron salir de sus viviendas este domingo para dirigirse a algunas de las playas como “Las Rocas”, “Casitas”,  “Uvas” y “Mantarrayas” por referir algunas de la zona poniente.

De acuerdo con información del interior de Protección Civil de Cozumel, las playas públicas continúan cerradas al público en general, debido a que la ciudadanía acostumbra a aglomerarse en éstas y debido a que todavía prevalece el semáforo epidemiológico en color naranja en Cozumel, aún no pueden abrirse de manera total, salvo en los clubes de playa porque sólo se permite el acceso al 30 por ciento de la capacidad del establecimiento.

Asimismo, pasadas las tres de la tarde, algunas familias habían acudido a la zona oriental a las playas públicas como “Chen Río” o “Playa Bonita” por mencionar algunas; notándose que tampoco habían autoridades policíacas retirando a las familias de dicha zona y los bañistas no contaban con ningún tipo de cubreboca, resaltando que algunos se concentraban entre grupos de tres o cuatro personas como máximo en dicha zona.

Por Karina Carrión