Alertan sobre efectos colaterales por la pandemia en niños de Quintana Roo

Especialistas alertan acerca de los efectos en la salud mental y física de los niños en Quintana Roo debido al aislamiento y las clases a distancia.
martes, 11 de agosto de 2020 · 10:12

Expertos coinciden en que el rezago educativo será el menor de los problemas a resolver en la vida de un niño ante el aislamiento que marca la tendencia de la “Nueva Normalidad”, pues este será prolongado y causará consecuencias en la salud mental, emocional y física, lo que va a la larga se reflejará en cómo va a enfrentar su realidad cuando sea adulto.

Adelelma Pacheco Miranda, psicóloga especialista en programación neurolingüística en Cancún, dijo que las sociedades se van formando en la escuela, es decir las rutinas que se marcan dentro de un centro educativo donde se prepara a un niño para convivir en sociedad y aunque tienen capacidad de adaptación no debe subestimarse el estrés que puede provocarles estar tanto tiempo en confinamiento.

El 23 de marzo de este año inició el confinamiento en Quintana Roo, con lo que 474 mil 865 estudiantes de escuelas públicas y privadas, desde preescolar hasta universidades, así como de educación inicial, indígena y especial, dejaron las aulas para concluirlo cuatro meses después, tomando clases a distancia.

La Secretaría de Educación Estatal (SEQ) reportó que para esas fechas en educación básica tenían inscritos 341 mil 855 alumnos, que han permanecido fuera de las aulas desde finales de 2020.

Añadió que la estrategia de las clases a distancia, ya sea por televisión, plataformas virtuales o libros de apoyo, funcionará sólo en casos específicos. Por ejemplo, añadió, hay niños que aprenden rápido con sólo ver un video, porque su aprendizaje es altamente visual, lo que no ocurre con el menor que aprende a través de la práctica

“Ahí estamos hablando de una enseñanza desigual”, dijo.

Comentó que en el caso de los niños con déficit de atención o espectro autista es más complicado, porque son altamente rutinarios y son más vulnerables a los cambios, sobre todo cuando son repentinos. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Epidemiología Psiquiátrica, al menos 10 por ciento de los 168 mil 890 quintanarroenses de entre cinco a nueve años de edad presentan está condición. 

Riesgo de obesidad por sedentarismo

Por otro lado, especialistas señalan que el ejercicio en la infancia es importante para contribuir a mantener el buen estado del cuerpo y para tener vitalidad, facilitando el buen funcionamiento de los órganos y sistemas del cuerpo.

Beatriz Pérez Ocampo, maestra de educación física en la escuela Agustín Melgar, de Cancún, detalló que es tan importante el ejercicio como las clases académicas.

Añadió que si desde antes de la pandemia era muy difícil que los alumnos lo practicaran y sólo se limitaba a las clases, con el confinamiento la mayoría sólo ve televisión o juega con los teléfonos celulares, lo que podría generar el sobrepeso.  

La Jurisdicción Sanitaria 2 informó que en junio de 2020 atendió a 89 niños con sobrepeso en Cancún.

Guadalupe Serrano Vázquez, responsable de nutrición y atención a la infancia y adolescencia de la dependencia de salud, explicó que el confinamiento hace que los niños consuman más alimentos de lo normal, sin contar los productos altos en azúcares y grasas, lo que empeora el panorama nutricional de los infantes.  

Recordó que un niño con sobrepeso es propenso a ser obeso el resto de su vida, lo cual puede ocasionar enfermedades como la diabetes e hipertensión a muy temprana edad.

“Los hábitos alimenticios bien efectuados van a garantizar una mejor calidad de vida”, dijo.  

De los males, el menos peor

Luis Hafid Bonilla Pozos, director del Centro Regional Rojo Gómez unidad Cancún, dijo que en el plano académico el panorama es evidente, ya que los estudiantes más desfavorecidos económicamente sufren mucho más las consecuencias de la brecha educativa, que es la diferencia que existe entre la educación que reciben aquellos niños con menos recursos y con situaciones familiares complicadas, y aquellos que provienen de entornos más estables.

“Esto se ha dado con o sin pandemia, pero actualmente podría evidenciarse más”, dijo.  

Los entrevistados coincidieron en que ante la escasez de opciones en los métodos de aprendizaje, los padres de familia deben optar por la más viable que tengan al alcance, ya que todos están en proceso de aprendizaje con la modalidad a distancia, sin embargo recomendaron que deben estar atentos y ocupados en mantener sano el estado psicoemocional de los menores, pues es un aspecto en el que se verá el impacto a largo plazo.  

El 24 de agosto los estudiantes de Quintana Roo iniciarán el curso escolar 2020-2021, la mayoría a distancia, tomando clases a través de dispositivos digitales, televisión o cuadernillos, estos últimos son la opción para las zonas donde no hay energía eléctrica, internet o carezcan de televisión. Hasta el momento no se sabe la fecha de retorno a las aulas escolares.

Por Angélica Gutiérrez