Pese al COVID-19, abuelitos regresan a vender en los tianguis de Cancún

Adultos mayores manifiestan que a pesar de la pandemia por el COVID-19, han tenido que volver a vender en los tianguis de Cancún, mismoa que aún están contemplados en la reapertura
jueves, 16 de julio de 2020 · 10:14

Ante la necesidad de ganar unos pesos para sobrevivir en medio de la crisis que genera la pandemia del Coronavirus, adultos de la tercera edad manifestaron que han tenido que regresar a los tianguis a vender sus productos a pesar de que aún no están contemplados en la reapertura del 30 por ciento de los puestos en los mercados ambulantes.

En un recorrido realizado en el tianguis de la Región 228, don Silverio Canul de 60 años de edad manifestó que a pesar del riesgo que tienen al encontrarse en el grupo vulnerable de contagios de Covid-19, regresó a este sitio por la necesidad de ganarse unos centavos para sobrevivir y ayudar sus hijos que se quedaron sin trabajo debido a la pandemia con la venta de refrescos.

Don Silverio aseguró que las ventas están por los suelos por la falta de gente en estos lugares, y es que ahora con mucho esfuerzo vende alrededor de diez gaseosas durante la jornada. Pese a ello, prefiere acudir al tianguis que estar en casa, pues aunque las ventas son bajas cuando menos saca para el sustento diario.

El señor lleva 20 años dedicándose a la venta en los tianguis y esta pandemia no le causa miedo pues toma sus medidas de prevención pues usa cubre bocas, lleva jabón y agua para lavarse las manos, además de gel antibacterial.

Francisco Rodríguez, por su parte ha tenido que dejar el trabajo de la albañilería para ayudar a su esposa en la venta de ropa en el tianguis pues por el momento no encuentra “chamba”.

Mencionó que por ahora, las ventas no mejoran pues la gente apenas comienza a llegar a los tianguis. “Venimos por la necesidad de vender un poco y sacar para la comida del día”, comentó.

Felipa Pacheco Zamora con 61 años de edad, refirió que vender en los tianguis ha sido la manera de sobrevivir junto a su familia en esta pandemia pues tiene dos hijos que mantener.

Frente a su pequeño puesto donde vende productos de higiene personal dijo que la situación económica sigue siendo es crítica como en el inicio de la pandemia pues las ventas no mejoran ni si quiera en los días de quincena.

“En medio del riesgo uno tiene que salir algo para la comida, el hambre me orilló a comenzar en este negocio”, añadió.

Por último, Juan Enrique Chi Sánchez de 72 años de edad, dedicado a la venta de aguas frescas, agregó que hasta la fecha las ventas están “de la patada” y peor aún que ya no los dejan trabajar a diario como antes.

“Ya no se vende como antes cuando se vendían entre 600 a 700 pesos por jornada,  ahora estamos sacando menos de 200 pesos, a eso póngale que tenemos que pagar permisos por 350 pesos, además de los gastos que genera llegar hasta este lugar”, apuntó.

Chi Sánchez sabe que debe quedarse en casa pero señala que si permanece sin salir no tendrá qué comer.

Melitón Ortega García, dirigente de la Unión de Tianguis y Comerciantes Ambulantes de Quintana Roo afirmó que para la reapertura se elaboró un reglamento con 26 puntos a cumplir, en el que incluso se indica que cada puesto deberá estar cada dos metros y no podrá haber niños ni vendedores de la tercera edad.

Además será indispensable sanitizar a los clientes con aguas cuaternarias en el acceso de los tianguis, así como el puesto antes de recibir personas, y para ello se tendrán horarios, dependiendo del turno al que se salgan a vender. También deberán contar con cubre bocas, gel antibacterial y agua con jabón para el lavado de manos a lo largo de los tianguis.

Asimismo todos deberán respetar la sana distancia, tendrán solo dos turnos para la instalación y será necesario priorizar la seguridad sanitaria y de incumplir de nueva cuenta estos serían suspendidos.

En el recorrido se pudo observar poco más de 50 puestos de los más de 200 con los que cuenta en total, el tianguis de la Región 228. Entre estos sitios hay más puestos con venta de productos perecederos esenciales como comida, frutas y verduras, entre otros pero también se cuenta con los no esenciales como los de adornos, sombrillas, ropa, cables, plásticos, productos milagro y artesanías.

“La gente tiene que salir, las personas de la tercera edad pueden vender siempre y cuando mantengan el protocolo de higiene pues también tienen la necesidad de vender para sobrevivir”, concluyó.

Por Martín Chi