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Con una misa realizada a las 10 de la boche, en la que al terminar se le cantaron las mañanitas, la iglesia católica celebró un año más la aparición de la Virgen de Guadalupe a Juan Diego en el cerro del Tepeyac. No hubo una celebración masiva como el año pasado, esta ocasión, la avenida principal Javier Rojo Gomez y la calle 5 de febrero que suele aglutinarse se habitantes y antorchistas, lució semi desierta, en tanto que en la iglesia fue un mínimo de personas que acudieron a la misa oficiada por el presbítero Francisco Hernández Medrano. Para evitar aglomeraciones la iglesia realizo dos misas este viernes, una a las 7 de la noche y otra a las 10, una hora antes de la que suele realizarse cada 11 de diciembre para que al terminar se cante las mañanitas a la morenita del Tepeyac. Este año, no hubo una organización entre iglesia y peregrinos y se desconocía si algún grupo de peregrinos haría su arribo esta noche, sin embargo poco después de las 9:30 de la noche, arribo un grupo de antorchistas ciclistas, procedente del puerto de progreso, el cual recorrió las calles principales y se dirigió a un domicilio particular, donde realizaron un rosario. Minutos antes salió de la parroquia de Kantunilkin una antorcha de la alcaldía de Ignacio Zaragoza, ubicada a unos 30 kilómetros de la cabecera municipal, distancia que correrán para llegar a las 12:00, y cantarle las mañanitas a la virgen. La misa comenzó a las 10 de la noche, con los pocos feligreses que acudieron y alrededor de 20 minutos que dio comienzo, arribo un grupo de antorchistas motociclistas provenientes de Tizimin Yucatán, quienes hicieron su parada en la parroquia y escucharon el resto de la misa. Al no poder acudir a la misa a fin de evitar aglomeraciones, fue más notorio este año, el número de habitantes que en la puerta de sus domicilios, colocaron un altar dedicado a la Virgen de Guadalupe.
Por Luis Enrique Cauich
