Municipios con altos índices de pobreza en Quintana Roo gastan millones en arrendamiento

Othón P. Blanco, Felipe Carrillo Puerto y Lázaro Cárdenas, municipios que presentan los índices más altos de pobreza extrema, gastan millones de recursos en arrendamiento de oficinas.
jueves, 19 de noviembre de 2020 · 08:03

Los gobiernos de tres de los municipios con los más altos índices de pobreza extrema en Quintana Roo gastan millones de pesos en arrendamiento de oficinas, entre estos están: Othón P. Blanco, Felipe Carrillo Puerto y Lázaro Cárdenas, donde los habitantes carecen de servicios básicos en sus viviendas o presentan rezago educativo, de acuerdo con el Informe de Pobreza y Evaluación 2020 del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

Datos obtenidos a través de la Plataforma de Transparencia, indican que las autoridades del municipio Othón P. Blanco gastan cuatro millones 600 mil pesos al año, en arrendar una serie de inmuebles para el funcionamiento de diversas secretarías y direcciones municipales; declaraciones de funcionarios de la actual administración de la demarcación Felipe Carrillo Puerto revelaron que son destinados 252 mil pesos al año para pagar la renta del inmueble que ocupa la Casa de Salud y el Rastro; en Lázaro Cárdenas son 17 propiedades particulares que son arrendadas por las autoridades locales y por las que paga un millón 80 mil pesos, de éstas, 11 son usadas por funcionarios del ayuntamiento y seis por empleados de los gobiernos federal y estatal.

Y mientras millones de pesos son gastados en arrendamientos, las condiciones de vida en esos tres lugares sigue en rezago, pues con base en los datos del estudio del Coneval publicado en este año, en Felipe Carrillo Puerto, el 71.8 por ciento de sus habitantes (57,630) viven en pobreza y el 24.7 por ciento (19,842) en pobreza extrema; en Othón P. Blanco el 37.3 por ciento de sus habitantes (90,498) padece pobreza y el 5.7% (13,720) en situación de pobreza extrema.

El documento refiere que en el caso de Lázaro Cárdenas, el 61.7 por ciento (20,261) son pobres y el 16.7 por ciento (5,481) viven en pobreza extrema.

Se considera que una persona vive en pobreza cuando presenta algunas de las siguientes características: rezago educativo, no tiene acceso a servicios de salud, a seguridad social, carece de calidad y espacio digno en su vivienda, no tiene servicios básicos en su casa, su acceso a la alimentación es limitado y su ingreso económico no le permite salir de la línea de pobreza.

Quien está en el rango de pobreza extrema tiene tres o más carencias de las antes mencionadas, además su ingreso económico es tan bajo que aunque lo dedicara completo a comprar comida, no podría obtener los nutrientes necesarios para tener una vida sana.

Othón P. Blanco

El ayuntamiento de Othón P. Blanco está gastando al año 4.6 millones de pesos en pagos de arrendamientos de ocho inmuebles, por el más caro, el pago es de 175 mil pesos al mes por dos plantas que abarcan 442 metros cuadrados, donde operan cuatro dependencias y el más barato, el gasto de recursos públicos es de tres mil 180 pesos y corresponde a una instalación de 137 metros cuadrados, donde funciona la bodega de la Dirección de Patrimonio Municipal.

Este municipio, de acuerdo con el portal de Disciplina Financiera de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, está pagando dos deudas por préstamos bancarios que suman 385 millones de pesos; una de ellas, la de 279 millones 838 mil debe ser saldada en 15 años y la otra, de 105 millones 162 mil pesos, no muestra fecha de finalización.

Información otorgada por el ayuntamiento a través de la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT) muestra que la administración encabezada por Otoniel Segovia Martínez, tiene ocho contratos de arrendamiento y llama la atención que hay dependencias municipales con oficinas hasta en tres inmuebles, como es el caso de la Dirección de Obras Públicas y Participación Ciudadana en dos.

Por el inmueble donde funciona el Centro de Atención Canina, el pago mensual de arredramiento es de cinco mil 482 pesos; por la oficinas del Archivo General Municipal el pago es de 25 mil pesos; por las dos plantas que ocupa el Instituto Municipal de la Cultura Física y Deporte, la Dirección de Salud, la de Obras Públicas, la de Planeación y la de Cultura, junto con el Instituto Municipal de la Economía Social, el pago asciende a 175 mil pesos al mes.

Mientras que para el inmueble en el que están las instalaciones de CITA SARE, otras del Instituto Municipal de la Economía Social, Desarrollo Urbano, Medio Ambiente y Ecología, así como Obras Públicas, el pago al mes es de 75 mil 400 pesos.

Otro lugar por el que pagan 65 mil pesos de arredramiento es donde operan otras oficinas del Instituto Municipal de la Economía Social, otras de Obras Públicas, el Instituto Municipal de la Cultura Física y Deporte, así como Participación Ciudadana.

Un pago de 20 mil pesos también mensuales es por el inmueble donde están el Instituto Municipal de la Cultura Física y el Deporte, así como Participación Ciudadana y la Dirección de Salud.

Por el arrendamiento del basurero municipal en Mahahual, el pago cada 30 días es de 14 mil 204 pesos. 

A pesar del costo de arrendamiento, las condiciones físicas de los inmuebles no son las óptimas, pues generan hacinamiento de personal y están ubicados en zonas con movilidad vehicular y personal con restricciones, debido a que la infraestructura no tiene accesos para personas de la tercera edad o que utilizan sillas de ruedas, además de que no hay suficientes espacios de estacionamiento.

De acuerdo con el presupuesto de egresos para el actual ejercicio fiscal, el Ayuntamiento consideró 20.4 millones de pesos, parte de este dinero es para el pago de arredramiento de 10 camiones recolectores de basura y de inmuebles para sus oficinas.

La administración municipal paga con recursos públicos 175 mil pesos al mes por el arrendamiento de un edificio con estacionamiento, ubicado en la calle Chapultepec con Héroes, para las oficinas del Instituto Municipal de Economía Social, Instituto Municipal de la Cultura Física y el Deporte, Dirección de Salud, Dirección de Obras Públicas, Planeación y de Cultura.

En abril del año pasado, trabajadores de nueve direcciones del gobierno de Othón P. Blanco fueron trasladados a un edificio que actualmente no está señalizado en el exterior, y no es adecuado para adultos mayores ni personas en sillas de ruedas.

En su momento, mediante un comunicado, las autoridades municipales informaron que el cambio de sede de las Secretarías era para generar ahorros, sin embargo, el espacio no fue suficiente para todas las áreas y tuvieron que arrendar más oficinas para el Instituto Municipal para la Cultura Física y Deporte, Participación Ciudadana y Dirección de Salud que les cuesta otros 20 mil pesos mensuales de renta al Ayuntamiento de Othón P. Blanco.

En su momento, el presidente municipal, Otoniel Segovia, señaló que “de manera mensual el Ayuntamiento desembolsaba 175 mil pesos en arrendamiento, lo que equivale a dos millones 100 mil pesos al año, pero ahora se estarán pagando 95 mil 400 pesos al mes, lo que equivale a un millón 144 mil 800 pesos al año, representando un ahorro anual y de trienio considerable, de manera comparativa con las nuevas oficinas que se encuentran en la Plaza Galerías sobre la avenida Héroes entre Carmen Ochoa y Othón P. Blanco”.

Sin embargo, como se pudo averiguar mediante una solicitud de transparencia, lo que realmente se paga por el edificio conocido como Plaza Galerías son 140 mil 600 pesos, es decir 50 mil pesos mensuales más de lo que dijo en su momento el gobierno municipal.

Es necesario mencionar que el gobierno municipal, además de los 160 mil 400 pesos mensuales que paga solo por las dos secciones de la Plaza Galerías y el otro edificio donde está Deportes, Participación Ciudadana y Salud, también destina otros 25 mil pesos por el inmueble donde se encuentra el Archivo General Municipal; otros cinco mil 482 por el Centro de Atención Canina, otros tres mil 180 por la Dirección de Patrimonio Municipal y 14 mil 204 pesos por el basurero de Mahahual.

Por Eva Murillo