Quintana Roo registra siete aseguramientos de 'narcojets' durante 2020

En lo que va del 2020 se han asegurado siete aeronaves en el sur de Quintana Roo, la última se halló en la comunidad Sergio Butrón Casas.
miércoles, 7 de octubre de 2020 · 11:44

Con el aseguramiento del narcojet incinerado en las inmediaciones de un camino rural de la zona cañera de la comunidad Sergio Butrón Casas, suman siete los narcoaterrizajes ocurridos en lo que va del año.

Cabe destacar que en este último narcoaterrizaje también se detectó una pista clandestina, la cual fue utilizada para quemar esta aeronave, lo cual deja en evidencia el uso de las zonas rurales cañeras de la zona sur para el trasiego internacional de droga proveniente de Sudamérica.

El primer narcojet que se aseguró en el estado fue en la comunidad Nuevo Israel, municipio Felipe Carrillo Puerto, el día 27 de enero, luego de que el Ejército Mexicano y las corporaciones de Belice blindaran la zona fronteriza entre ambos países para evitar los aterrizajes clandestinos para el desembarque de droga, la zona de operaciones de los narcotraficantes se desplazó a la zona centro de Quintana Roo, tal como sucedió en la madrugada de este lunes, cuando un avión tipo jet bimotor aterrizó en la carretera vía corta Chetumal–Mérida para descargar cocaína.

En la persecución de los delincuentes se registró un enfrentamiento con activos del Ejército Mexicano, que arrojó un soldado muerto y tres heridos, siendo uno de los lesionados el comandante de la XXXIV Zona Militar, General de Brigada Diplomado de Estado Mayor José Luis Vázquez Araiza.

En este operativo comandado por las autoridades de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) se logró decomisar alrededor de una tonelada de cocaína y detener a dos narcotraficantes, junto con dos camionetas y armas de grueso calibre.

El jet de doble turbohélice, al parecer modelo Hawker color blanco y cola color negro, con matrícula N2204 aparentemente sobrepuesta, con capacidad para el traslado de al menos una tonelada y media de cocaína, fue escuchada por los pobladores de la vía corta a Mérida sobrevolando entre las 4 y las 4 y media de la mañana, momento en el que vino a aterrizar a la altura del kilómetro 59+500, en el tramo carretero Nuevo Israel–Nueva Loría, municipio Felipe Carrillo Puerto, cerca de un sitio conocido como Rancho Lagarto.

En dicho operativo se suscitó un enfrentamiento entre personal militar y los narcotraficantes, que se dispersaron huyendo por el monte hacia los costados de la carretera, donde resultó muerto el cabo E. M. R., del VII Regimiento de Caballería Motorizada, que era chofer del comandante de la XXXIV Zona Militar, General de Brigada DEM José Luis Vázquez Araiza, a quien un proyectil de arma de fuego le ocasionó una herida en el pie derecho.

En el mismo sitio de la refriega salieron heridos el cabo C. B. H. por un proyectil de arma de fuego en la espalda, y el soldado L. G. S. del VII Regimiento de Caballería Motorizada, por un balazo en el hombro derecho.

En este operativo se logró el aseguramiento de 26 paquetes con aparente cocaína en su interior, el cual sumaba un peso de 741 kilogramos, al igual que tres armas largas, dos camionetas de la marca Ford y la detención de dos presuntos sicarios.

A pesar de estos hechos, un día después, el 28 de enero, el Ejército Mexicano aseguró un narcojet, el cual aterrizó en el Aeródromo de Mahahual, cerca del Muelle de Cruceros de la Costa Maya, cargado de droga.

Se trata de un avión Gulfstream Aerospace G-1159 color blanco con rayas rojas y azules, con matrícula N18ZL, el cual era pilotado por Aldo L. M. y Miguel Ángel B. V., el primero venezolano y el segundo de nacionalidad boliviana, y que trajo un cargamento de aproximadamente una tonelada de cocaína, cuyos paquetes estaban estibados entre los asientos.

En este operativo se detuvo a dos personas, una de nacionalidad venezolana y otra de procedencia boliviana, así como un cargamento de aparente cocaína con un peso aproximado de mil 242 kilogramos.

El día 24 de abril un jet bimotor King Air sin matrícula fue abandonado y posteriormente asegurado por elementos de la Guardia Nacional en la periferia de la comunidad menonita Salamanca, aparentemente había sido utilizado para el trasiego de droga desde Sudamérica hasta nuestro país.

El jet bimotor estaba en los límites de la comunidad menonita, a escasos cinco kilómetros de la ciudad de Bacalar y a diez de la ciudad de Chetumal, pero en un terreno de difícil acceso para el personal de la Guardia Nacional.

El avión aterrizó en una brecha que pasa por la periferia de la comunidad Salamanca, la cual conecta con la carretera federal Chetumal–Cancún, y tiene su punto de acceso en el kilómetro 12.5.  El jet bimotor se encontraba aproximadamente a 8 kilómetros de la brecha.

En el operativo que desplegó la Guardia Nacional para localizar el narcojet, hubo cuatro personas detenidas, las cuales se encontraban en las cercanías del avión asegurado, éstas fueron llevadas a las instalaciones de la Fiscalía General de la Republica (FGR), mientras que dos motocicletas y un arma larga que tenían en su posesión estas personas fueron también aseguradas; cabe mencionar que el avión no tenía matrícula, ya que aparentemente fue borrada para que no sea identificada.

En la brecha se podía apreciar que las orillas que dan hacia la pista de aterrizaje improvisada habían sido aplanadas con anterioridad, para que las alas del avión no sean dañadas al momento de aterrizar.

El cuarto aseguramiento fue el 27 de mayo en la comunidad Morocoy, en donde autoridades militares encontraron un narcojet calcinado en un camino sacacosechas, en las inmediaciones del poblado Morocoy, en Othón P. Blanco. La aeronave fue resguardada por elementos del Ejército Mexicano.

La aeronave presuntamente tipo Hawker doble turbohélice, aparentemente aterrizó esa madrugada y fue descargada inmediatamente por los delincuentes, la cual consistía presuntamente en dos toneladas de cocaína.

Una vez que los traficantes recuperaron los narcóticos, el narcojet fue quemado para borrar el origen y toda evidencia posible.

Tres semanas después, el día 16 de junio, los elementos del Ejército y la Marina aseguraron un narcojet en la zona de siembra de caña conocida como Las Mil, en las cercanías del poblado Javier Rojo Gómez.  Los traficantes lograron aterrizar la aeronave y descargarla, para luego darse a la fuga sin contratiempos.

Se supo que alrededor de las 03:00 horas del día 16 de junio, habitantes de la alcaldía Javier Rojo Gómez escucharon el estruendo del aterrizaje del narcojet, por lo que dieron aviso a las autoridades, quienes gracias al Sistema Satelital de Vigilancia Aérea ya le seguían los pasos al avión.

Sin embargo, los malhechores lograron descargar la droga, estimada en una tonelada, y posteriormente se dieron a la fuga, sin que hasta el momento las Fuerzas Armadas logren la captura de los delincuentes.

El sexto decomiso ocurrió en la carretera federal Chetumal–Umán, en las cercanías del poblado Petcacab, en donde una aeronave fue asegurada por elementos del Ejército Mexicano, en donde se realizó un gran operativo por parte de las autoridades que forzaron a la aeronave a descender en la carretera.

En este operativo no hubo personas detenidas, pero realizaron dos decomisos de drogas, los cuales supuestamente se encuentran relacionados con este hecho.

El último avión decomisado por las autoridades ocurrió el 5 de octubre, cuando los elementos de la Sedena realizaron el aseguramiento de un jet bimotor completamente incinerado, en las inmediaciones de un camino rural en las cercanías de la comunidad Sergio Butrón Casas.

En este último hecho los presuntos narcotraficantes pudieron descargar el contenido de la aeronave y posteriormente quemaron el jet para que no pudiera ser identificado o rastreado.

Hasta el momento este tipo de hechos confirman la presencia de células delictivas en el sur del estado que se dedican al trasiego de droga proveniente de Sudamérica y cuyo destino son los Estados Unidos.

Por Julio Javier Mena