Santa Cruz Parlante adorada

viernes, 8 de marzo de 2019 · 03:46
De la Redacción   TULUM, 7 de marzo.- A pesar de  la modernidad, de ser un pujante centro turístico, Tulum cuenta con importante Centro Ceremonial Maya, en  el cual se concentran prácticas religiosas de los mayas, que resguarda la Cruz Parlante y que tienen su origen en la Guerra de Castas. La mayoría de las prácticas religiosas de los dignatarios mayas, se concentra en las iglesias mayas o centros ceremoniales. En la entidad se cuenta con cinco, siendo estos: Tulum donde anoche iniciaron los festejos, Tixcacal Guardia, Chancá-Veracruz, Chumpón, Cruz Parlante, que  resguardan la Cruz Parlante descendiente de la Guerra de Castas, rebelión maya que inició en 1847 en contra de quienes habían sometido a los mayas durante siglos. Esta apareció en un cenote  y –a través de un ventrílocuo hablaba a los mayas para guiarlos en su lucha, los animaba para que no se dieran por vencidos y les prometía cuidarlos para que salieran vencedores durante los enfrentamientos. Desde entonces, los descendientes de esos mayas  veneran a la Cruz Parlante,  colocadas  en los centros ceremoniales. Es uno de los movimientos que une a los dignatarios mayas del municipio de Felipe Carrillo Puerto con Tulum,  en donde se encuentran los templos ceremoniales. Previo a los festejos, los sacerdotes mayas de los centros ceremoniales invitan a los demás dignatarios mayas, a sus fiestas tradicionales. Desde años atrás, cuando tenían que transitar por brechas, y no se contaba con la carretera federal, soportando las inclemencias de la selva. Tradición que ha perdurado hasta ahora, ya que, se ha visto a grupos de familias que transitan por la carretera federal por días. Cargando sus pertenencias  para los días que permanecerán en los centros ceremoniales por 12 días  de festejos como se estarán llevando a cabo este mes de marzo. Aunque han sido los mismos representantes mayas, quienes reconocen que ya sus descendientes  se tratan de alejar de estas tradiciones, legado de sus antepasados. Los dignatarios mayas son conservadores, impidiendo que se tomen fotos al interior del templo, que consideran un lugar sagrado, y donde para poder ingresar se tiene uno que quitar el calzado y entrar con una vela, que se prende en el interior, donde adoran a sus santos. Como parte de estos festejos, plantan el árbol   denominado  Yaaxché, ritual que representa la conexión entre el cielo y la tierra, el hombre y el inframundo para los mayas.