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La diosa Xtab ha iniciado a tambor batiente el año, puesto que en los 13 días transcurridos ha enlutado a igual número de familias, siete en Mérida y los restantes en diversos municipios.
El hecho de ayer ocurrió en una vivienda en la colonia Los Ceibos de la ciudad de Umán, donde un joven de 30 años de edad, identificado con las iniciales J.I.P.B., decidió acabar con su vida y se ahorcó en su habitación.
De acuerdo con datos obtenidos, alertado por una de sus nietas, el padre del ahora fallecido acudió al cuatro del joven y al verlo suspendido del cuello lo descolgó, con la esperanza de que aún pudieran salvarle la vida.
Salió a la calle e interceptó a una patrulla y le pidió ayuda a los oficiales, quienes solicitaron la presencia de paramédicos de la Policía Municipal; sin embargo, cuando llegaron solamente pudieron constatar que el joven había dejado de existir.
El padre, de 53 años de edad, narró a los oficiales que a la 1:00 horas su nieta lo despertó para decirle que su papá estaba suspendido. El hombre salió de su habitación y se dirigió a la de su hijo para tratar de reanimarlo, como no reaccionaba entró en shock y se dirigió a la calle en busca de auxilio.
Los uniformados delimitaron la vivienda para preservar la escena y dieron parte a las autoridades estatales correspondientes. Tiempo después arribaron representantes de la Fiscalía General del Estado (FGE) para las indagatorias y recopilación de evidencia para integrar la carpeta.
Terminadas las labores de los ministeriales, personal del Servicio Médico Forense (Semefo) se hizo cargo de las diligencias para el levantamiento del cadáver, trasladarlo a la morgue en sus instalaciones en Mérida para la autopsia de rigor.
La actual cifra de muertes autoinfligidas es la más elevada de los últimos años y superior al promedio histórico; equivale a un suicidio cada 24 horas. Durante los dos años anteriores en el mismo mes se registraron 16 casos, así que este año quizá se supere esa estadística. Hasta ahora, de los que han atentado contra su vida 10 son hombres y tres mujeres. Entre ellas están una de 25 años de edad, otra de 76 y una más de 57. Las dos primeras en Mérida. La primera fue por una presunta infidelidad del esposo y, la segunda, a causa de depresión debido a la soledad en la que vivía. Posteriormente, en Progreso, se quitó la vida una de 57 años de edad.
En cuanto a los hombres, los dos primeros fueron de 22 años de edad, uno vecino de Mérida y el otro de Tepakán. Además, hubo un par más en Kanasín, de 34 y 49; y el otro en Valladolid, de 36. Los restantes cuatro fueron en Mérida.
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CC
