SSP expulsa a indigente ebrio de una casa deshabitada de la avenida Itzaes en Mérida

El invasor fue visto por los vecinos quienes alertaron a los patrulleros que casualmente pasaban por la zona, pero a falta de un denunciante, lo dejaron en libertad
miércoles, 1 de septiembre de 2021 · 16:29

El sujeto de entre 30 y 35 años de edad, escuchó voces a las puertas del domicilio en donde se encontraba y salió comportándose de forma agresiva y con ganas de pelear, pero cuando se percató que se trataba de dos motopatrulleros del grupo Goera Motorizados, automáticamente se contuvo, discutió, pero como no había denunciante se retiró del lugar.

El vecino de la casa aledaña, ubicada frente a las jaulas de los animales del parque del Centenario, subió al techo del domicilio para cerciorarse que los caños del desagüé no estuvieran bloqueados por las hojas de los árboles y descubrió que en la casa de al lado, que está deshabitada, había un sujeto ingiriendo aguardiente y buscando algo de que apropiarse, como los cables de la energía eléctrica para véndelos en las chatarrerías, por suerte en esos momentos pasaban por la avenida dos motopatrulleros GM-2220 y 2292 de la División Motorizada del Grupo Organizado Especial en Robos y Asaltos de la Secretaría de Seguridad Publica (SSP), el hijo de la dueña de la casa que se encontraba en el techo del predio les hizo señas a los uniformados para que se detuvieran y cuando los estaba poniendo al corriente de la situación, porque seguido se introducen a la casa abandonada los borrachines del rumbo que utilizan el predio para pernoctar y/o drogarse y es utilizado como refugio de malvivientes, en ese momento arribaron como apoyo dos elementos femeninos del agrupamiento Águilas MT-2220 y 1128 de la SSP.      

El sujeto que se encontraba en el interior del predio, en completo estado de ebriedad y con una botella de aguardiente en la mano, al escuchar las voces de las personas que estaban siendo entrevistadas por los policías salió de la casa por un costado del inmueble profiriendo maldiciendo y palabras altisonantes, pero al ver los uniformes de los Goeras Motorizados, bajó el tono de la voz y contuvo las ganas de pelear.

Los motopatrulleros interrogaron al intruso, que difícilmente se podía mantener de pie, los uniformados le indicaron que no podía entrar a una propiedad privada sin permiso, el sujeto decía incoherencias y discutía que no estaba haciendo nada malo y trato de cruzar la avenida Itzaes apresuradamente, de no haberlo sujetado uno de los policías lo hubieran a atropellado, pero enfureció por el hecho de que el policía lo jaló para evitar que lo atropellaran y se comportó de forma impertinente y agresiva, y decía que no había cometido ningún delito y que se iba a retirar.

Como la casa está abandonada y no había un quejoso o un afectado que estuviera dispuesto a anteponer una denuncia, los policías le permitieron que se retirara, porque no había delito que perseguir.

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RC