Muere velador en una Cantera en Mérida, la familia pide necropsia
El cuerpo presentó espuma en la boca por lo que la familia solicitó una necropsia para determinar la causa de la muerte
Falleció el velador de un predio propiedad de Canteras Peninsulares, ubicado en Santa Gertrudis Copo y la salida a Tixcuytun, la esposa del difunto extrañada por la muerte de su cónyuge solicito que le realizarán la necropsia.
El señor Carmelo Ake Garma, compañero de trabajo del occiso encontró el cuerpo, de quien en vida respondida al nombre de Jaime A. P. de 42 años de edad, y dio aviso a las autoridades y la esposa del fallecido.
A los familiares del difunto les llamo la atención que el cadáver tenia espuma en la boca y afirmaban que no tomaba ni fumaba y alrededor de las 3:00 de la madrugada lo vieron con vida.
Al lugar acudieron los tripulantes de las patrullas 6569 y 6686 de la Unidad Metropolitana de la Secretaria de Seguridad Publica, los uniformados entrevistaron al señor Ake Garma y constataron que estaba muerto y dieron aviso a las autoridades competentes.
Posteriormente llegaron una representante de las Unidad de Atención Temprana de la Fiscalía General del Estado, peritos de Criminalística y Servicios Periciales, los agentes de la Policía Estatal de Investigación y el personal del Servicio Médico Forense, cabe señalar que el protocolo indica que el propietario del predio tiene autorizar el ingreso de las autoridades y se generó una confusión.
Los familiares del difunto estaban inconformes y argumentaban que la empresa propietaria del predio había contratado al difunto como velador y en ese momento se enteraron que el terreno era propiedad de uno de los socios de la empresa e ignoraban a quien recurrir para una posible indemnización o para interponer una denuncia.
La esposa del fallecido insistía que le realizaran la autopsia para conocer la causa de la muerte, afirmaba que estaba sano, que no fumaba ni tomaba y no tenía vicios, e ignoraba porque tenía espuma en la boca.
Un médico legista le explico que revisaría el cuerpo para constatar que no tuviera lesiones externas y los peritos de criminalística revisarían que no hubiera huellas de violencia o que hiciera falta algo y que la espuma en la boca era un indicador de que había sufrido un infarto y en caso de que un médico particular expidiera el certificado de defunción se dispensaría la necropsia y una funeraria se encargaría de la preparación del cuerpo.
Es importante señalar que la vivienda está en malas condiciones y a un costado aprovechando una de las paredes tiene un corral con borregos, las condiciones son paupérrimas e insalubres.
No obstante la claridad de la explicación la esposa y las personas que la acompañaban insistieron que el personal del Semefo levantara el cadáver y que le realizaran la necropsia y determinar la causa de la muerte.
Por Fernando Poó Hurtado
