Tras persecución, conductor es arrestado en Chetumal

Una persecución se suscitó en la Avenida Insurgentes de Chetumal, en donde el conductor de una camioneta BMW X3 con placas de circulación UTY308G se negó a ser detenido por elementos policiales.

La persecución se extendió por dicha avenida hasta llegar a la calle Faisán en la colonia Fidel Velázquez, donde un grupo de elementos de la dirección de Tránsito, Policía Quintana Roo y personal de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) lograron darle alcance.

Los hechos ocurrieron alrededor de las 2:00 horas de este martes, cuando los agentes detectaron al conductor de la camioneta BMW manejado en aparente exceso de velocidad sobre la Avenida Insurgentes.

Al llegar al cruzamiento con la Avenida Juárez, los uniformados le pidieron que se detenga, pero este sujeto se negó, por lo que aceleró su vehículo.

El conductor de la camioneta ignoró señalamientos y baches, por lo que las llantas de la camioneta sufrieron las consecuencias y estallaron en la persecución, a pesar de esto el vehículo no detuvo su marcha y continuó a velocidad con sólo el rin.

Al seguimiento se unieron elementos de la Sedena y otros agentes policiales, el sujeto pasó altos y señalamientos, pero al llegar al cruce de la Avenida Insurgentes con Faisán, dobló sobre esta calle y se internó en la colonia Fidel Velázquez.

Ahí los policías le lograron cerrar el paso en la puerta de un negocio de barbería que aparentemente es propiedad de esta persona.

El sujeto, al intentar descender de su camioneta, fue detenido mientas los uniformados revisaban el vehículo, notaron que la unidad tenía cortes en el interior y varias molduras rotas.

Después de la revisión los oficiales no encontraron ninguna sustancia o elementos ilícito, por lo que se trasladó la unidad al corralón de Chetumal, mientras que el conductor fue llevado a las instalaciones de la cárcel municipal.

Cabe destacar que algunos testigos del hecho vieron como esta persona tiraba objetos de su vehículo cuando se encontraba siendo perseguido.

Por Julio Mena