Secretario de Seguridad reconoce tráfico de celulares en el Cereso de Campeche

El Gobierno del Estado de Campeche aún no cuenta con una fórmula para hacer que el centro penitenciario de San Francisco Kobén sea un lugar libre de delincuencia y es que a pesar de que las personas privadas de su libertad no deberían tener acceso a teléfonos celulares, esto quedó en evidencia con los últimos eventos que protagonizaron en el inmueble.

A través de videos, mensajes y llamadas telefónicas fue como quedaron expuestas las Personas Privadas de la Libertad (PPL), ya que durante el último motín y los disturbios que se llevaron en el centro penitenciario, se filtró material audiovisual al interior donde se grabaron los actos vandálicos que ocurrieron, además de mostrar la ineficacia del servicio de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) del estado.

El  propio secretario de Gobierno Jorge de Jesús Argáez Uribe aceptó la existencia de estos equipos de telefonía y de la poca reacción que han podido tener al ser rebasados por las PPL, quienes todos los días buscan las maneras de introducir teléfonos móviles.

“Todos los días se hacen revisiones, todos los días se aseguran equipos de celulares, es un tema que tiene que seguir avanzando”, aseguró en entrevista brindada para el rotativo.

La corrupción se “cuela” por pequeñas “grietas” de las cárceles, donde se rentan celulares sin dificultad, los propios internos del penal han comentado en llamadas telefónicas otorgadas que para obtener “beneficios” por parte de los “carceleros” como les llaman a los custodios tienen que realizar pago desde los 50 pesos, para poder obtener una llamada o hasta mucho de los 50 para tener un equipo de estos para uso propio.

Tal es el caso de un interno conocido como “El Mono”, quien fungió como seguridad del ex alcalde de Campeche, Eliseo Fernández Montufar, el cual a más de un mes de su permanencia, continúa realizando publicaciones a través desde su cuenta de Facebook, y tras su aseguramiento desde la noche del 5 de junio por elementos ministeriales quienes dieron cumplimiento a una orden de aprehensión.

El problema no es de ahora o de esta administración pues desde hace años que se conoce, pero nadie le ha puesto freno.

El descontrol se deja ver cada que se origina algún conflicto en el interior del penal; al igual que en el motín que se vivió en octubre del 2020 los internos se comunicaron con la prensa para explicar la tensa situación durante los enfrentamientos que se vivieron en el interior.

Cabe destacar, que los primeros en llegar al Centro de Reinserción Social (Cereso) de San Francisco Kobén fueron los familiares de los internos, quienes fueron alertados a través de llamadas telefónicas que realizaron los propios reclusos donde narraban los hechos vandálicos que se vivieron durante el fin de semana pasado.

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Los contactos de los reos ya conocían el estado del presunto muerto y de los lesionados, ya que desde el paradero ubicado frente a la cárcel realizaron señales, mientras hablaban con los PPL para que los pudieran ubicar en la revuelta, pero al ser cuestionados desconocieron cabalmente haber tenido contacto con ellos, aunque una mujer aceptó que hay que pagarles a los custodios para obtener “beneficios” dentro del centro penitenciario.

GH