En Yucatán el cambio está en marcha

En su columna de opinión, Miguel II Hernández expone que pasará este año con el cambio de autoridades en Yucatán
domingo, 21 de abril de 2024 · 10:05

Al Sur de Mérida nadie lo ha visto ni escuchado, pero en sí representa una herida que lacera y carcome las conciencias por el rezago, el descuido y el abandono de quienes en su momento acudieron a pedirles el voto y, en muchos casos, nunca más volvieron; hacia esa parte de Mérida el candidato de Morena, Joaquín Díaz Mena, se ha dirigido marcando el tiempo de decir “¡Ya basta!” a esa invisibilización.

Este año habrá cambio de autoridades y de ganar los mismos colores, todo entrará en un letargo, donde nada se mueve, nada se dice y, aún peor, nada se hace. Esto implica un vacío de autoridades de facto.

La propuesta de Morena es sacudir ese letargo y trabajar, un trabajo que conocen muy bien los empleados manuales y administrativos de siempre; el trabajo sale, porque es realizado “por los de abajo”.

Urge un cambio, nuevo rumbo que evite que sólo sea unir y venir de funcionarios salientes y cercanos colaboradores, quienes sólo sacan sus efectos personales, algunos con la incertidumbre de a dónde irán después, como auténticos x´maoficios; otros vislumbrando dónde se colocarán para seguir viviendo del presupuesto y algunos más, los menos, tranquilos porque regresarán al ejercicio de su oficio o carrera previa.

Pero en Yucatán, tras el crecimiento guinda en los últimos meses en torno al candidato a gobernador, Joaquín Díaz Mena, el mapa político cambiará, seguramente por el despertar de los ciudadanos en los municipios, por una parte, decepcionados de los mismos colores ahora en alianza, y, por otro lado, por el nuevo horizonte que se vislumbra detrás de un auténtico cambio.

Mérida no es la excepción. Es el municipio más poblado, con un crecimiento constante y con problemas que las autoridades no han sabido resolver. Pero la capital yucateca no es solo la ciudad. El municipio tiene 47 comisarías y subcomisarías que la mayor parte de las veces han sido olvidadas desde hace varias administraciones y que sólo “son vistas”, cuando se acercan las elecciones o cuando es necesario hacer alguna obra que sirva de escaparate ante la opinión pública. Triste destino de esos meridanos que siguen recibiendo un trato de ciudadanos de segunda.

Para Morena esto queda claro, así como también la situación de tantos meridanos que viven en colonias del Sur, del Oriente y Poniente, incluso en el Norte, donde quedaron encapsulados viendo como en derredor surgieron desarrollos inmobiliarios que encarecieron todo, empezando por el impuesto predial. Ya en una ocasión lo dijo Joaquín Díaz Mena: hay personas que han vivido en sus terrenos o propiedades familiares durante décadas, pero que ahora deben buscar cómo pagar miles de pesos por un impuesto aplicado sin importar los recursos o ingresos familiares. Esto no debe ser.

Los habitantes de colonias populares y de las comisarías meridanas esperan cumplimiento de promesas, que sea algo parejo, que no sean invisibles, por ello están respaldando a la ola guinda y el voto está enfocado hacia el candidato surgido de un municipio del Oriente del Estado, consciente de las carencias que se viven y la desesperación de no tener acceso ni respuestas de quienes están a cargo.

¿Es una fantasía? Definitivamente no, los programas sociales en marcha en otras partes del país, así como los propuestos por Huacho Díaz Mena, son factibles de aplicar, por ello es el recorrido por todos los municipios del Estado y, en lo particular, la capital. Yucatán en todos sus municipios requiere acciones concretas y transformadoras. Hay pobreza, hay rezago educativo, entre otros problemas sociales. Urgen acciones políticas y sociales, pero para ello se requiere que haya al frente político que sirvan a la sociedad y eso es lo finalmente proyecta el candidato de Morena, quien en las encuestas sigue en ascenso.

Que la invisibilización de los ciudadanos termine, que por fin se logre el anhelo de prosperidad para que Yucatán, que históricamente ha demostrado ser más grande que los problemas que lo han acechado. El cambio está en marcha. Es por todos nosotros.