Agenda Económica Yucatán 2024

En este artículo de opinión, Carlos Mena Baduy, presenta cinco temas que ayudarán a Yucatán a lograr un crecimiento económico inclusivo y distribuido
miércoles, 21 de febrero de 2024 · 10:41

Siempre he pensado que el crecimiento económico es la base del desarrollo social; la teoría así lo afirma, pero la práctica no siempre lo confirma. El crecimiento económico no se logra si las finanzas públicas están distorsionadas y si la economía empresarial está sujeta a reglas que pocos pueden cumplir. Las bases del desarrollo económico nacen de un gobierno responsable en las finanzas públicas; su desorden, es decir, los déficits públicos o el endeudamiento, provocan la inflación y la devaluación, que socavan la confianza y detienen el consumo y la inversión, afectando a toda la sociedad en general, ya que el gobierno y todo su consumo solo representan el 20% del PIB, mientras que el resto del 80% pertenece a otros sectores privados. Por otro lado, la movilidad empresarial es muy limitada debido a la alta informalidad provocada por el exceso de regulaciones, lo que crea un terreno desigual para el crecimiento empresarial.

Pero volviendo al crecimiento, ¿de qué sirve ver un crecimiento del 3% del PIB en 2023 y cerca del 2.7% para 2024 si este crecimiento no beneficia a todos por igual? ¿Por qué existe tanta desigualdad en México y en Yucatán? Las razones son muchas y las propuestas son pocas. Por esto, presento los 5 temas que ayudarán a Yucatán a lograr un desarrollo económico inclusivo y distribuido geográficamente, es decir, con un impacto social.

1. Turismo: Todos sabemos que el crecimiento en el centro de Mérida y las costas ha generado una gran inversión. Aquí, la apuesta es aprovechar el Tren Maya para desarrollar el turismo cultural y de esparcimiento en las paradas, ofreciendo opciones para aquellos que deseen explorar Quintana Roo y que prefieran quedarse en Valladolid o Mérida. Diversificar el turismo es clave para el 2024.

2. Agricultura: Aunque Yucatán no tiene tanta tierra cultivable como otros estados, sí cuenta con agua y es apta para hortalizas y cultivos frutales. Sin embargo, el desafío, según los inversionistas del sector, radica en la mano de obra, ya que pagarles de manera formal es complicado debido a la falta de bancos en el interior, lo que dificulta el pago en efectivo. Además, la ley laboral nunca llegó al campo mexicano, lo que resulta en bajos salarios y en la informalidad, perpetuando un círculo vicioso. La digitalización del campo es imposible sin acceso a servicios bancarios, lo que obstaculiza la inversión, el pago de nóminas y de impuestos.

3. Nearshoring: Dado que somos vecinos de Estados Unidos y este país está reconsiderando la manufactura en México debido a la guerra comercial con China y a la disminución de la clase media industrial, Yucatán tiene la oportunidad de aprovechar esta coyuntura. Con agua y puertos cercanos a la costa Oeste de Estados Unidos y sabiendo que está en proceso la construcción las nuevas de plantas de energía eléctrica y ductos de gas, la política pública debe continuar para atraer inversiones al interior del Estado y aumentar sus ingresos familiares.

4. Desarrollo inmobiliario sostenible: Se están construyendo muchos fraccionamientos en Yucatán sin la infraestructura adecuada, lo que está saturando las vialidades y causando apagones y caos en el tráfico. Otorgar permisos de construcción sin considerar el transporte público, la CFE y el abastecimiento de agua es un despropósito que afecta a muchas familias en la periferia de Mérida. El crecimiento debe ser planificado y coordinado entre las autoridades y los proveedores de servicios públicos.

5. Cultura de consumo local: Nuestro consumo determina el futuro, ya que, al comprar productos locales o nacionales, generamos capital para empresarios que compiten a nivel mundial. Además, contribuimos con impuestos locales y federales que se reinvierten en México y fomentamos el desarrollo de profesionales locales. Producir lo que consumimos es la base de la independencia financiera y política de cualquier país. La inversión extranjera es bienvenida, pero debe complementar a la inversión local; al consumir en empresas mexicanas, apoyamos la fortaleza financiera de México.

En respuesta a la agenda nacional de desarrollo económico, es prioritario conocer las posturas de los candidatos. La desigualdad en México se sustenta en la informalidad provocada por el crédito con tasas de interés elevadas, el problema de pago de impuestos y las sobrerregulaciones en varios sectores que amarran el emprendimiento y la competencia empresariales. Para lograr un México más equitativo, es necesario establecer condiciones equitativas para todos.

Es difícil abordar estos temas con los candidatos, ya que muchos de ellos priorizan servicios sociales urgentes como la salud, la educación y la seguridad. Sin embargo, es importante reconocer que los temas económicos también influyen en la calidad de vida de la población. Aunque muchos de estos asuntos competen al Gobierno federal, los gobernadores también pueden tomar medidas para impulsar el desarrollo económico de sus Estados. 

Hay muchas necesidades por atender, y está demostrado que el crecimiento de Yucatán es desigual, convirtiéndolo en uno de los estados más desiguales del país, según el IMCO, sin embargo, también es importante reconocer los logros en seguridad, crecimiento económico y empleo. La balanza está en equilibrio, y las acciones y decisiones para construir un mejor Yucatán deben involucrar a todos.

 

Otras Noticias