El camino hacia la paz

miércoles, 11 de enero de 2023 · 11:20

Rusia zangolotea(*) con la idea de la paz en Ucrania porque aspira a ganar y Ucrania no la acepta porque no quiere perder. El presidente Vladimir Putin sostiene que todo terminará cuando Rusia haya logrado los objetivos de la “Operación Especial”, es decir
la anexión de Donbass, Crimea y otras regiones, realizado la“desmasificación” de Ucrania y asegurado su desmilitarización.

Por su parte, Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, afirma que: “La paz (en Ucrania) se conseguirá por medio de las armas”. Hay comentaristas como Kissinger que opinan que Ucrania debe cambiar:

“Paz por territorio”, mientras otros asumen fórmulas cantinflescas: “Ni lo uno ni lo otro, sino lo contrario”. Salvando tiempo, espacio y circunstancias, me pareció útil examinar los precedentes: ¿Cómo fue el camino hacia la paz en la II Guerra Mundial? ¿Cómo lo hicieron en Corea? ¿Y cómo en Vietnam? Es cierto que, en aquellos casos, la lucha y las armas fueron el camino hacia la paz.

¿Tendrá que ser así en Ucrania? En 1945, cuando la derrota del fascismo era inminente, jerarcas nazis conspiraron para negociar la paz a espaldas de la Unión Soviética. En la Conferencia de Yalta, aquel mismo año, Roosevelt, Stalin y Churchill acordaron exigir a Alemania y Japón la “Rendición incondicional”.

Para algunos comentaristas de entonces, la fórmula tenía el defecto de que, al suprimir los términos medios, compelía a alemanes y japoneses a pelear hasta el final. No obstante, seguros de la victoria y antifascistas convencidos, los líderes aliados tomaron el camino que parecía más difícil.

Finalmente, Alemania y Japón capitularon incondicionalmente, no una, sino dos veces, fueron ocupados, razonablemente desnazificadas y los jerarcas nazis sobrevivientes fueron juzgados condenados y ahorcados.

En la Guerra de Corea, después de tres años de fi eros combates, con unos cuatro millones de bajas coreanas, en una situación de virtuales tablas, prácticamente en las mismas posiciones donde habían comenzado la guerra, a propuesta de la Unión Soviética, las partes iniciaron conversaciones de paz que se prolongaron desde el 1951 hasta el 1953.

Lo que se acordó fue una tregua o armisticio, todavía vigente. No hubo ganador. En 1966, después de 7 años de una guerra iniciada en el 1959, en Manila, Filipinas, los vietnamitas accedieron a sostener conversaciones de paz con Estados Unidos cuya propuesta no fue considerada debido a que imponía condiciones y no incluía el retiro de las tropas norteamericanas. No hubo más esfuerzos en este sentido hasta marzo de 1968 cuando el presidente Lyndon Johnson, unilateralmente suspendió los bombardeos a Vietnam del Norte.

En mayo Hanoi accedió a iniciar conversaciones de paz en las cuales no hubo progresos En el 1969 Nixon retiró 90 mil efectivos de Vietnam, mientras los vietnamitas insistieron en la retirada total. En lugar de hacerlo, Estados Unidos extendió la guerra a prácticamente toda Indochina y aquel año acumuló en Vietnam más de medio millón de efectivos.

En 1972 el presidente Nixon presentó un nuevo plan de paz. Una vez más las conversaciones se interrumpieron. A pesar de que Nixon ordenó el minado de los puertos, a partir del 8 de octubre Henry Kissinger y Le Duc Tho se reunieron en París donde Vietnam del Norte aceptó un plan de paz que le resultó satisfactorio. Una vez más, el 16 de noviembre se interrumpieron las conversaciones y Nixon ordenó el mayor ataque aéreo contra Hanoi. La operación cesó el 30 de diciembre. Las conversaciones de paz prosiguieron El 23 de enero del 1973 Nixon anunció que se había alcanzado un acuerdo de alto el fuego con Vietnam y cuatro días después, todas las partes: Estados Unidos, Vietnam del Sur y Vietnam del Norte firmaron el acuerdo que puso fin a la guerra.

El resto de la historia es conocida. Sin cambiar las esencias socialistas de su sistema político, ni pedir a Estados Unidos que modifi que sus conductas y ni siquiera criticar de oficio sus actos y sus políticas, Vietnam es ahora el séptimo socio comercial de los Estados Unidos, China, otro país comunista con el que nunca ha habido guerra es el segundo...

Ninguna de las fórmulas fue perfecta, pero todas fueron mejor que la guerra. Particularmente me gusta la de Corea: “Sin compromisos y sin ganadores” Tal vez el papa Francisco y Kirill, patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa que, en el 2016 distanciados desde el 1054, y tras 963 años sin hablarse, se encontraron en La Habana, pudieran juntarse para preguntarle a Putin y a Volodimir Zelenski: ¿Qué les parece la fórmula? “Ni paz ni guerra” y “Sin vencedores ni vencidos”.

La paz ha dicho Mandela no es un camino, es el camino. Ucrania no será diferente. (*) Zangolotear. Balanceo sin concierto ni propósito. Cosas que se mueven por estar flojas o mal encajadas, verbigracia puertas y ventanas mal ajustadas.

 

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