Ayer y hoy. Siempre la mujer

viernes, 29 de julio de 2022 · 11:36

Si bien hay líderes y pensadores que se han esforzado por la reivindicación de la mujer, en considerable medida su emancipación se debe a ellas mismas. Los esfuerzos se remontan a épocas pretéritas. No obstante, al examinar el desempeño político de las mujeres se omiten épocas en las cuales faraonas, reinas y emperatrices tuvieron gran relevancia. Egipto, un país en el cual actualmente no parece probable que gobierne una mujer, hubo cinco faraonas, la más famosa fue Cleopatra, y Rusia, donde difícilmente una mujer asuma el poder en fecha próxima, fue gobernada por cinco de ellas.

La más relevante fue Catalina la Grande, quien es forjadora de la Rusia moderna, país que gobernó durante más de 30 años. El relanzamiento del tema ocurre a propósito de que, en la India, la mayor democracia liberal del mundo, acaba de ser electa una presidenta, Droupadi Murmu, que asume también como Comandanta Suprema de las Fuerzas Armadas. No es la primera vez, en el 2007, otra fémina, Pratibha Devisingh Patil, fue presidenta. La tradición política femenina de aquél se enriqueció con el legado de la primera ministra Indira Gandhi.

El momento es propicio para recordar que más del 90 por ciento de los jefes de Estado o Gobierno del mundo son hombres y resaltar el hecho negativo de que la inmensa mayoría de los países nunca han sido gobernados por una mujer. En el 2015 se estimaba que en unos 30 años podría cerrarse la brecha respecto al gobierno de hombres y mujeres, pero ahora se calcula que para la equiparación se necesitará un siglo y medio, o sea 150 años.

Para añadir méritos al nombramiento, la magnífica mujer que ahora representa a los ciudadanos y a las instituciones del segundo país más poblado de la Tierra (mil 393 millones 409 mil 33 de habitantes), pertenece a una tribu los santhal, es hija de campesinos y maestra. En su discurso inaugural afirmó: “La belleza de la democracia nacional radica en que una mujer pobre de una zona lejana llegó al más alto cargo constitucional del país...”. Dedicó su éxito a los pobres de la India, reiterando su compromiso de trabajar por la mejora de los marginados y el empoderamiento de las mujeres y los jóvenes para el crecimiento inclusivo del país.

En Occidente se ha avanzado en la promoción de los derechos femeninos, pero lo asombroso es lo que ellas han realizado en la esfera política en los países del Oriente, incluidos los musulmanes, en los cuales las mujeres y las niñas son objeto de la mayor discriminación. La primera mujer jefa de Estado en un país musulmán fue Benazir Bhutto electa en Pakistán en el 1988, luego en el 1993 y finalmente asesinada por motivos políticos en el 2007. Otras primeras ministras en países musulmanes han ido: Khaled Zia y Sheikh Hasina, en Bangladesh, Tansu Ciller, en Turquía; Mame Madior Boye y Aminata Touré, en Senegal; Megawati Sukarnoputri, en Indonesia; y Sheikh Hasina, de Bangladesh. En calidad de presidentas han gobernado, Ameenah Fakin, en la República de Mauricio; Atifete Jahjaga, en Kosovo, y Roza Otunbayeva, en Kirguistán.

En el 2020, en 193 países, sólo 22 contaban con mujeres como jefas de Estado o Gobierno. Europa ostenta el liderazgo con cinco de las nueve jefes de Estado vigentes y siete primeras ministras, destacándose los países nórdicos, Dinamarca, Finlandia, Islandia y Noruega, dirigidos por mujeres. En 12 países ninguna mujer es ministra y, en 14 países, ninguna ejerce funciones de gobierno. Es notable el hecho de que, por segunda vez una mujer accede a un botón nuclear.

La anterior fue Margaret Thatcher, primera ministra británica entre 1979 y 1990. Existen muchas razones para creer que ellas no lo apretarían. Al respecto existe un magnífico antecedente, Golda Meir es la única primera ministra de Israel que no ha iniciado una guerra contra los árabes.