Sobre la viruela del mono

jueves, 26 de mayo de 2022 · 12:08

La viruela es la enfermedad más terrible que ha padecido la humanidad y la única erradicada, mientras la hepatitis es conocida desde el siglo XVII, ambas estaban bajo control. ¿Qué ocurre? El virus causante de la viruela estuvo vigente durante unos tres mil años. La primera manifestación de la viruela del mono se conoció en 1958 en África.

El primer caso de la enfermedad en humanos se detectó en 1970 en el Congo. En 1980, diez años después, la Organización Mundial de la Salud la declaró erradicada. Hasta ahora su presencia fuera de África era extremadamente escasa.

La transmisión de animales enfermos a humanos puede ocurrir por mordeduras o rasguños, durante la preparación de carne o manipulación de las pieles, momentos en que se establecen contactos con las lesiones y fluidos corporales de los simios. También puede ser por relaciones indirectas, por ejemplo, enseres, muebles, transportes o ropas contaminadas.

Obviamente, en esta oportunidad el “paciente cero” formó parte de una cadena de contagio que comenzó por un animal infectado con el cual algún humano se contaminó y luego, presumiblemente en Europa, contagió a otras personas mediante contactos sociales o laborales, pactados o casuales, individuales o colectivos, incluso expresiones de afectos como abrazos o apretones de mano. Aunque no es una enfermedad de transmisión sexual, los contactos piel a piel y los intercambios de fluidos corporales asociados al sexo pueden promoverla.

La gran cantidad de intercambios humanos entre África subsahariana y el resto del mundo y sus mascotas, pueden ser portadores. Otra vez se plantea la realidad de que, para proteger a Europa, los Estados Unidos e Iberoamérica es preciso sanear las fuentes de origen sin proponerse el imposible de acabar con los intercambios humanos, suprimir los mosquitos, liquidar los roedores o vacunar a los simios. En cualquier caso, apoyar a África es decisivo.

Un método de prevención eficaz sería la vacuna antivariólica que, tras un siglo de aplicación, permitió erradicar la enfermedad. La dificultad es que, al no existir la dolencia, la vacuna dejó de aplicarse y de fabricarse desde 1980, por lo cual no hay existencias.

Tampoco se recomienda acudir a ella porque supondría poner en circulación un temible virus y recrear una enfermedad erradicada. No obstante, autoridades de Estados Unidos, Francia y otros países han informado que vacunarán los casos sospechosos, considerando como tales a contactos cercanos con personas enfermas, especialmente cuando se trate de ciudadanos vulnerables. Algunos países han informado a la OMS que cuentan con algunas existencias de vacunas.

La pelota está del lado de los estadistas con influencias globales y la comunidad científica mundial. La humanidad cuenta con recursos y saberes, en todo caso haría falta altura, sentido de la responsabilidad histórica y voluntad política para forjar la solución allí donde se origina el problema.

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