El periodismo después de las elecciones

lunes, 7 de junio de 2021 · 12:21

El sino del escorpión lo llevó esta semana a revisar la visión de varixs analistas sobre los profundos cambios esperados en la vida político-electoral inmediatamente después de las elecciones, pero como su espacio natural es el periodismo cultural, indagó también en los posibles cambios en el ejercicio periodístico en tiempos postelectorales.

El alacrán no practica la demoscopía ni la prospectiva política, tampoco estudia a los partidos ni analiza procesos electorales (además, huye del lenguaje de profesor del Cide), por ello, confió en la visión de sus analistas de cabecera, quienes advierten como consecuencias de la elección —más allá de sus resultados—, la reorganización de Morena y su dirigencia a partir de sus bases militantes legítimas, la desaparición de algunos partidos satélite y el atrincheramiento en sus propios intereses de los partidos integrantes de la alianza “Va X México” ante la dudosa posibilidad de un acuerdo legislativo entre ellos. Será inevitable también, aseguran, la revisión del sistema electoral, el de partidos y la actuación del INE.

El arácnido indaga luego en los posibles cambios en el periodismo alentados por estos enloquecidos comicios. La sujeción de la prensa al Gobierno —vía el papel, la amenaza, la publicidad o la entrega de dinero—, fue connatural al régimen priista, persistió durante los sexenios panistas y se exacerbó en el Gobierno de Peña Nieto. Con todo, el periodismo independiente creció en medios menores durante el nuevo siglo, en tanto la defensa de lxs periodistas ante la violencia política y el crimen organizado, fue impulsada por varias organizaciones locales (Veracruz, Tamaulipas, Sinaloa), nacionales (Centro Prodh) e internacionales (Periodistas sin Fronteras).

El periodismo tradicional mexicano enfrenta además varias crisis paralelas: la radical transformación impulsada por la digitalización y lo transmediático alteró por completo “el negocio”; la baja en las ventas de la prensa impresa eliminó páginas, notas y articulistas; la reducción de la publicidad gubernamental restringió ingresos, empleadxs e inversiones; las críticas desde el poder aunadas al descreimiento de la población, alteraron su hegemonía y lo llevaron a una parcialidad regida por criterios de ataque y defensa. Encima, se incrementó la difusión de fake-news y el uso de la “posverdad”.

¿Experimentará también el periodismo una sacudida luego de los comicios? El venenoso percibe cinco tendencias a partir del día después:

—La violencia contra lxs periodistas seguirá siendo un problema central de la labor informativa en México. Continuaremos a la cabeza de los países donde ejercer esta profesión implicará graves peligros y poner en riesgo la vida. El gremio de reporterxs y periodistas continuará fragmentado y sin garantías laborales.

—La veracidad de la información ofrecida por los corporativos mediáticos, la gran prensa y las televisoras y radiodifusoras hegemónicas, será cada vez más cuestionada por la audiencia debido a la cercanía de sus periodistas franquicia y sus propietarios con el poder económico.

—El auge de los medios alternativos, comunidades de acción colectiva en redes, canales de comentaristas y programas periodísticos en YouTube, portales digitales, podcasts y videos informativos vía redes sociales, fragmentará aún más las audiencias y mermará la hegemonía informativa heredada; no obstante, esta dispersión de audiencias dificultará los consensos.

—Continuará el impulso a los medios públicos y éstos cobrarán mayor peso e importancia en el espectro mediático. Su programación se ha pluralizado y no es ajena a la polémica, la crítica y la discusión. Las descalificaciones por su “apoyo al Gobierno” reavivarán el debate sobre si son medios públicos o medios gubernamentales. El caso Notimex se convertirá en un hoyo negro y absorberá a los involucrados.

5.- La veracidad de la información del Gobierno continuará siendo puesta en duda y cuestionada por la prensa crítica, los medios poderosos y las organizaciones privadas de la sociedad civil, lo cual impulsará el análisis obligado de las acciones del Gobierno. En respuesta, las voces periodísticas de apoyo a la 4T tendrán una participación más activa para impedir el regreso a la hegemonía informativa del sistema corporativo de medios privados.

Como se advierte, el día después de las elecciones continuarán los tiempos turbulentos. Enfrentarlos será acaso difícil, pero como le dijo al escorpión una reconocida periodista amiga suya, será menos duro si tenemos “el corazón bien puesto en su lugar”.

Por Alejandro De la Garza