Incertidumbre política de cara al 2022

domingo, 12 de diciembre de 2021 · 09:35

A medio año de las elecciones presidenciales en Colombia y cuatro meses de las del poder legislativo, el panorama sigue siendo incierto, sin ganador indiscutido a la vista.

Según la encuesta de la Consultora Invamer del 5 de diciembre, sobre intención de voto para presidente de la República, Petro, el candidato de izquierda con su coalición Pacto Histórico cuenta con el 43.1 por ciento; la Coalición de la Esperanza, unión de candidatos y movimientos de centro, tiene 30.9 por ciento y la Coalición Equipo por Colombia, también llamada de la experiencia porque quienes la integran han sido alcaldes y gobernado res, tiene 26 por ciento. En la medición interna dentro de cada coalición, en el Pacto Histórico Petro cuenta con 82.4 por ciento seguido por Francia Márquez, líder social de las luchas de las negritudes y el feminismo, quien tiene un 7,5 por ciento y Alfredo Saade, un pastor antiaborto y quien fuera militan te del NO que negó el plebiscito por la paz, no tiene ni siquiera un voto: 0.0 por ciento.

En cuanto a la Coalición de la Esperanza, lidera la intención de voto Sergio Fajardo, académico exgobernador de Antioquia y exalcalde de Medellín con 43 por ciento; Juan Manuel Galán, hijo del inmolado candidato liberal a la presidencia de la República asesinado por Pablo Escobar en 1989, ostenta el 32.4 por ciento y Alejandro Gaviria, exrector de la Universidad de los Andes, la más prestigiosa universidad privada del país y una de las mejores de latinoamérica, tiene un 9.5 por ciento y Jorge Enrique Robledo, dirigen te del Movimiento Independiente y Revolucionario (MOIR) uno de los mejores senadores del país, llega apenas al 5.5 por ciento.

En la Coalición Equipo por Colombia, de extrema derecha aunque sus miembros se molesten por esa denominación, Federico Gutiérrez puntea con 26.4 por ciento, casi empatado por Alex Char, empresario exgobernador y exalcalde de Barranquilla, con arrasadora popularidad en esa ciudad, quien tiene un 26.1 por cien to y Enrique Peñaloza, exalcalde de Bogotá, con un 22.7 por ciento. Ante la pregunta de por quién votaría si las elecciones fueran siete días después del de realización de la encuesta, las respuestas fueron: Gustavo Petro: 42.1 por ciento, Sergio Fajardo: 18.9 por ciento, Rodolfo Hernández: 13.8 por ciento (exalcalde de Bucaramanga y candidato independiente indefinible ideológicamente), Óscar Iván Zuluaga: 12.7 por ciento (candidato del Centro Democrático, partido del expresidente Álvaro Uribe) y Federico Gutiérrez: 11.4 por ciento.

Con 13 puntos de diferencia frente al más aventajado de sus contendores y con 75 puntos por encima de quien le sigue dentro de su propia coalición, podría pensar se que Petro tiene ya la presidencia en sus manos, pero está aún lejos de tener el triunfo asegurado. Por un lado, las demás coa liciones aún no han definido su candidato y falta ver si, aunque Zuluaga sea ya el del Centro Democrático, Álvaro Uribe se inclina por Federico Gutiérrez, más a la derecha y más parecido a él en sus maneras de ver la política. Y por otro, el comportamiento errático de Petro en las últimas semanas, que parece privilegiar el número de votos por encima de sus apuestas políticas e ideológicas, contradiciendo principios básicos de su ideario, le han alejado un número cada vez creciente de seguidores.

Primero fue su alianza con el pastor Alfredo Saade que ha querido presentar como una muestra de su tolerancia pero que fácil mente aparece como claudicación de innegociables de su ideario. Y, como si fuera poco, aparece luego proponiendo alianza con Luis Pérez, el alcalde de Medellín cuando en 2002 el ejército realizó en la comuna 13 de esa ciudad la Operación Orión en alianza ya proba da judicialmente con el hoy exparamilitar Don Berna.

Diecinueve años después los familiares de las víctimas siguen buscando en una escombrera los restos de más de 100 desaparecidos como resultado de esa operación.

Es una de las páginas más negras de nuestra negra historia de guerra sucia. Ante las críticas, ha dicho que no ha encontrado pruebas de que el entonces alcalde hubiera tenido alguna participación en esa trágica jornada a pesar de que la policía metropolitana de Medellín participó en la operación y el alcalde es el jefe de la fuerza pública en su ciudad. Pero Petro, el más lúcido senador que ha te nido este país en mucho tiempo, quien más denuncias ha hecho de la parapolítica y con más valentía ha denunciado la connivencia de la fuerza pública con los paramilitares, insiste en que su nuevo aliado no tuvo ninguna participación en ella.

Mientras tanto, Luis Pérez adopta la actitud de damisela decimonónica que alienta al pretendiente mientras lo niega en público para no espantar a sus aliados de la extrema derecha por si las cosas no le resultan con su nuevo amigo de izquierda. Gustavo Petro tiene el mejor programa de gobierno, socialdemócrata, con respeto a la propiedad privada pero rescatando su carácter social.

Y aunque ya en 1936 el muy oligarca y liberal presidente López Pumarejo había declarado el carácter social de la propiedad, la derecha, que ya sabe cómo le resulta de bien espantar al electorado con el coco del comunismo y el castrochavismo ahora pretende asustar diciendo que si este gana expropiará hasta al más humilde tendero.

Petro, un genio de la plaza pública y un contradictor político leal a quien no le han podido compro bar nunca ataques arteros a diferencia de los que le hacen sus enemigos, parece tener en sí mismo a un enemigo que en aras de conseguir votos puede arrebatarle el triunfo que ya mira posible y cercano.

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jcl

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