Un Nobel para periodistas

domingo, 10 de octubre de 2021 · 09:35

Ningún galardón profesional es tan apreciado como el Premio Nobel, sin embargo, se imputa a su creador, Alfred Nobel por aplicar un criterio estrecho al decidir a cuáles disciplinas premiar: Medicina, Física, Química, Literatura y de la Paz. No existe un Nobel para las Matemáticas, tampoco para la Arquitectura, la Economía(*) o la Sociología ni lo hay para el Periodismo.

En 2021 El Premio Nobel de la paz ha recaído en la periodista filipina María Ressa y en el ruso Dimitri Muratov. Ressa es directora ejecutiva de Rappler y un sitio web de noticias en línea, fundado en 2011 que, por sus críticas al gobierno filipino ha sido impugnado y perseguido judicialmente. Si Ressa fuera encontrada culpable de la andanada de acusaciones por ciberdelitos, las sanciones rebasarían los 100 años. Por su parte, Muratov, fundador y director del periódico de investigación independiente ruso Novaya Gazeta, a cuya financiación inicial contribuyó Mijail Gorbachov, quien dedicó al diario parte del dinero obtenido con el Premio Nobel de la Paz en 1990 y todavía es accionista. Según afirman sus directivos, desde la fundación en 1993, seis de los empleados del medio han perdido la vida.  Para Serguéi Kojeurov, exredactor jefe: “Este periódico es peligroso para la vida...”.

Reiteradamente se ha impugnado el Premio Nobel de la Paz por su politización, ocasión en que se ha citado la concesión a 25 jefes de Estado, entre ellos cuatro presidentes de los Estados Unidos y tres primeros ministros de Israel. Discutidos fueron también los galardones a Mijail Gorbachov y Barack Obama. Un premiado, el vietnamita Le Duc Tho, en 1973, declinó el homenaje.

De hecho, el Nobel de la Paz es el único otorgado por una institución política, el Comité Nobel del parlamento de Noruega. Tres laureados estaban detenidos cuando se les distinguió, ellos fueron el alemán Carl von Ossietzky, la birmana Aung San Suu Kyi y el activista chino de derechos humanos Liu Xiaobo. La persona más joven en recibir un Premio Nobel fue Malala Yousafzai que, en 2014, con 17 años recibió el de la Paz. De todas las ocupaciones civiles, el periodismo es la más arriesgada, no sólo porque quienes la ejercen, en determinados escenarios, se juegan la vida y la libertad, sino porque también se exponen cada día al escrutinio de miles y a veces millones de lectores y televidentes al severo juicio de la crítica y la ira de los criticados.

Entre los lectores figuran admiradores, pero también narcotraficantes, delincuentes, contrabandistas y poderosos empresarios y gobernantes. María Ressa que ejerce en Filipinas y Dimitri Muratov que lo hace en Moscú y han merecido el Premio Nobel de la Paz, saben de qué se trata. (*) El llamado “Premio Nobel de Economía” es una “suplantación tolerada”. En realidad, fue instituido en 1968 por el Banco de Suecia en memoria de Alfred Nobel. No obstante, es un galardón codiciado por economistas de todas las escuelas.