Qué sigue es lo que preocupa al pueblo

jueves, 15 de octubre de 2020 · 09:30

Por Guillermo Fabela Quiñones

Tal como camina el régimen de la Cuarta Transformación (4T), es posible diagnosticar atorones cada vez más fuertes en los próximos meses, en detrimento no sólo del presidente López Obrador sino del país en su conjunto, por las consecuencias que sobrevendrían de llegarse a un punto en el que no se pudiera avanzar más, conforme a la estrategia delineada en el plan trazado por el mandatario al iniciar su administración.

Los hechos están demostrando que no basta la eficaz y dinámica lucha contra la corrupción, ni tampoco los amplios programas sociales puestos en marcha con profusión propagandística, sin acompañar estas medidas con políticas públicas que confirmen la voluntad del nuevo régimen por sentar las bases de un cambio estructural de fondo. Esto implica el imperativo de frenar los abusos de las cúpulas, las cuales en cuatro décadas contaron con pleno apoyo y complicidad de la alta burocracia para cometer todo tipo de tropelías.

El Presidente está perdiendo la oportunidad de convencer al pueblo de la importancia de su ardua tarea gubernativa, particularmente las clases medias, no obstante sus logros en los principales compromisos establecidos al inicio de su mandato. Esto era previsible que ocurriera porque los intereses que debía enfrentar son demasiado poderosos. La experiencia histórica lo obligaba a prever esta situación para tomar las providencias necesarias. No lo hizo y ahora las complicaciones son mayores.

El fortalecimiento de la élite oligárquica en cuatro décadas lo obligaba a no perder tiempo en aprovechar el apoyo masivo de una población desesperada y hambrienta de justicia, sin dejar de negociar con aquella con la intención de demostrarle que no estaba dispuesto a ser “un florero” más en Palacio Nacional. Como se dice coloquialmente, se ha dedicado a “picarle la cresta” al empresariado, sin fortalecer colateralmente su gobierno. Lo vemos en hechos muy claros, como por ejemplo las provocaciones que llevan a cabo las huestes neonazis, las cuales tienen permiso de ganar las calles.

Así, de muy poco sirven los avances en las pesquisas en contra de la corrupción de los sexenios neoliberales. Desde luego es importante descubrir las transas y corruptelas del pasado, como la que denunció el Presidente en su conferencia del pasado martes, digna de los récord Guinness. El colmo  es que la “empresa” involucrada, ligada a Genaro García Luna, pida al actual gobierno federal el pago restante (6 millones de dólares) de contratos entre 2012 y 2017 por un monto de 390 millones de dólares.

Sin embargo, impacta más en la ciudadanía la extinción de los fideicomisos, pues se trata de un tema que afecta a miles de familias y sectores involucrados. Este asunto ha permitido que la oposición en el Congreso haga un frente común y se asuma como defensora de los intereses del pueblo. El régimen pareciera estar siendo rebasado por la falta de rigor en desentrañar las causas y efectos de los problemas que afectan al país y al propio gobierno.

Por no malquistarse con la cúpula oligárquica siguió pautas neoliberales, como decretar una austeridad que afectó aún más los magros niveles de vida de las clases mayoritarias, cuando lo primero que debió hacerse era ganar la simpatía del pueblo a su estrategia contra los subsidios que se prestan a la corrupción, que son muchos y cuantiosos. Ahora la oposición formó un autollamado “Bloque de Contención”, del cual se aprovecharán sus dirigentes para debilitar al mandatario. Ya lideran a los opositores a la extinción de fideicomisos.

Mientras tanto, los golpes bajos a su gobierno van en aumento, como lo vemos con el escandaloso robo de medicamentos contra el cáncer, acción en la que el presidente López Obrador mira “mano negra”. Efectivamente así es, el efecto mediático ha sido brutal. Se dio margen para que padres de niños con esa enfermedad integraran una organización llamada Movimiento Nacional por la Salud, el cual anunció que presentará una denuncia contra el gobierno federal ante la Fiscalía General de la República (FGR). Una transformación histórica es imposible sin voluntad política y congruencia para llevarla a cabo. Sobran ejemplos.

guillermo.favela@hotmail.com

Twitter: @VivaVilla_23 

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