La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, aseguró este jueves que el país ha quedado exento de los nuevos aranceles recíprocos impuestos por el presidente estadounidense Donald Trump, lo cual atribuyó a la buena relación bilateral y a una política de respeto y cooperación mutua.
En su conferencia matutina, Sheinbaum destacó que esta decisión representa un triunfo diplomático que protege a la economía nacional.
"Estados Unidos no ha impuesto tarifas adicionales a México porque nosotros tampoco le cobramos aranceles. Es el resultado de una relación basada en el respeto a nuestra soberanía y al pueblo de México", afirmó la mandataria.
No obstante, Sheinbaum reconoció que aún están pendientes las negociaciones sobre tarifas a sectores clave como la industria automotriz y el de acero y aluminio, donde ciertos productos sí han sido afectados.
En este contexto, informó que el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, viajará a Washington en los próximos días para continuar las gestiones con el gobierno estadounidense.
Durante su intervención, Ebrard explicó que México es el único país que mantiene trato arancelario preferencial total con Estados Unidos bajo el T-MEC, mientras que otros socios comerciales como Corea del Sur, Chile, Colombia y Australia ya enfrentan aranceles recíprocos.
Destacó que millones de empleos mexicanos, especialmente en sectores como agroindustria, manufacturas electrónicas, farmacéuticas, textiles, calzado y maquinaria, están actualmente protegidos por tasas cero.
Sin embargo, alertó que los vehículos terminados y ciertos insumos de acero y aluminio están bajo revisión y podrían enfrentar un arancel del 25%, a menos que se logren acuerdos dentro de los próximos 40 días.
“Nuestro objetivo es asegurar que México mantenga la mejor posición competitiva frente al nuevo orden comercial basado en tarifas”, subrayó el funcionario.
Además, Sheinbaum convocó este mismo jueves a una reunión ampliada en el Museo Nacional de Antropología, donde se discutirán medidas de fortalecimiento económico, inversiones y empleo en el marco del Plan México, una estrategia nacional que busca consolidar al país dentro de las diez economías más grandes del mundo.
Ambas autoridades coincidieron en que la prioridad es proteger los sectores clave, mantener empleos y asegurar condiciones favorables para la inversión nacional y extranjera. La negociación actual será crucial para definir el futuro de la integración productiva entre México y Estados Unidos.
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