Kim Jong-un dirige maniobras paracaidistas en demostración de fuerza contra 'regiones enemigas'
En los ejercicios militares supervisados poor Kim Jong-un, las tropas norcoreanas exhibieron una capacidad de combate impecable, demostrando estar listas para ocupar territorio enemigo
En una clara demostración de poderío militar, el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, ha estado al frente de ejercicios paracaidistas diseñados para probar la habilidad de sus fuerzas armadas de tomar control de territorios hostiles de manera fulminante.
La agencia de noticias estatal KCNA informó este sábado que estas maniobras se realizaron en un contexto de creciente tensión, siguiendo de cerca los recientes ejercicios militares anuales llevados a cabo por Estados Unidos y Corea del Sur.
El objetivo de los ejercicios norcoreanos fue evaluar la preparación de las unidades paracaidistas para ser desplegadas rápidamente bajo cualquier eventualidad en escenarios de guerra inesperados.
Según KCNA, las tropas exhibieron una capacidad de combate impecable, demostrando estar listas para ocupar territorio enemigo de manera decisiva ante la orden.
Kim Jong-un enfatizó la necesidad de implementar técnicas de entrenamiento que sean tanto realistas como científicas, buscando optimizar la efectividad en combate de acuerdo a las demandas de la guerra moderna.
Este énfasis en la preparación refleja la importancia estratégica que Pyongyang otorga a sus fuerzas paracaidistas dentro de su doctrina militar.
El anuncio llega después de que Seúl y Washington concluyeran sus propios ejercicios de gran envergadura, denominados Freedom Shield, los cuales involucraron un contingente doblemente mayor en comparación con el año anterior.
Estos ejercicios incluyeron simulacros de intercepción de misiles y asaltos aéreos, entre otras operaciones.
La respuesta de Corea del Norte a estas maniobras conjuntas no se hizo esperar.
La semana pasada, el régimen advirtió que ambos países aliados "pagarían un alto precio" por su demostración de fuerza.
Posteriormente, Pyongyang anunció que Kim había supervisado un ejercicio de artillería a gran escala, destacando la participación de una unidad capaz de atacar Seúl.
La serie de eventos subraya la continua escalada de tensiones en la península coreana, con maniobras militares de alto perfil de ambos lados sirviendo como recordatorio del delicado equilibrio de poder en la región.
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