Rusia condenó los ataques estadounidenses en la frontera de Irak y Siria

El Gobierno ruso expresó su condena hacia los ataques realizados por Estados Unidos contra objetivos asociados a la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán y grupos iraníes en Irak y Siria. 

Este pronunciamiento se da tras los bombardeos que, según reportes, dejaron casi 40 fallecidos en ambos países.

En Siria, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, los ataques estadounidenses resultaron en la muerte de al menos 23 personas. 

Mientras tanto, autoridades iraquíes reportaron al menos 16 fallecidos, incluyendo civiles, en el oeste de Irak, como respuesta de Estados Unidos a la muerte de tres soldados estadounidenses en Jordania, un acto atribuido a milicias proiraníes iraquíes.

Irak planea llamar al encargado de negocios de la embajada estadounidense en Bagdad para presentar una protesta formal por los ataques, los cuales, según el Ministerio de Exteriores iraquí, se dirigieron a sitios militares y civiles en Al Qaim y Akashat, cerca de la frontera con Siria. 

Este ministerio también negó que hubiera coordinación previa con Estados Unidos para realizar estos bombardeos, contrariamente a lo afirmado por Washington.

El Ministerio de Exteriores de Irán calificó los bombardeos como una violación a la soberanía e integridad territorial de Irak y Siria, advirtiendo que estos actos solo contribuirían a escalar las tensiones en la región de Oriente Medio.

Por otro lado, el Ministerio de Exteriores sirio advirtió que estos ataques por parte de Estados Unidos contra Siria e Irak podrían intensificar peligrosamente el conflicto en Oriente Medio. 

Mientras tanto, el Ministerio de Defensa sirio reportó civiles y soldados entre los muertos, además de significativos daños materiales.

Josep Borrell, alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, enfatizó la importancia de evitar una situación explosiva en Oriente Medio. 

Con ataques en la frontera entre Israel y Líbano, así como en Siria, Irak, y el Mar Rojo, Borrell hizo un llamado a todas las partes para prevenir una escalada de violencia, especialmente en el contexto actual marcado por la guerra en Gaza iniciada el pasado 7 de octubre.

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