El viernes 2 de febrero de 2024, se reportó un nuevo asalto aéreo nocturno en Ucrania, caracterizado por el uso de drones explosivos.
El Ejército ucraniano logró interceptar 11 de los 24 drones Shahed de fabricación iraní que fueron dirigidos hacia las áreas de Dnipró, Kirovograd, Jersón y Járkov.
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Este incidente provocó una considerable interrupción en el suministro de electricidad, dejando a alrededor de 40,000 residentes sin servicio en la localidad de Krivói Rog, situada en la región de Dnipró, tal como lo comunicó el gobernador Serguii Lissak.
Además, en la región de Járkov, se sufrieron ataques similares que incluyeron el uso de drones, cohetes y artillería durante la noche, según informó el gobernador Oleg Synegubov.
Esta ofensiva resultó en el corte de electricidad en 64 comunidades de la región, aunque no se especificó el número total de personas afectadas por esta falta de servicios.
Los ataques aéreos nocturnos se han convertido en una constante en Ucrania, con Rusia dirigiendo frecuentemente misiles y drones hacia zonas pobladas.
En respuesta, las fuerzas ucranianas han llevado a cabo operaciones similares contra objetivos en Rusia, incluyendo el lanzamiento de drones y misiles que, en ocasiones, han resultado en bajas civiles.
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