COVID-19

Proponen contagios controlados de COVID-19 en menores de 60 años

Un experto epidemiólogo advirtió que las sociedades deben aprender a vivir con el COVID-19 al menos por 7 años.
miércoles, 23 de septiembre de 2020 · 14:43

Con el fin de proteger a los sectores más vulnerables de la sociedad y a los más mayores, las autoridades deben permitir la propagación "controlada" del coronavirus entre los menores de 60 años, aseguró el epidemiólogo sueco Johan Giesecke.

Giesecke compareció ante un comité parlamentario en Irlanda en donde afirmó que la pandemia de COVID-19 está lejos de acabarse, por lo que "debemos aprender a vivir" durante quizá "tres, cinco o siete años" con la enfermedad, a menos que "haya una "buena vacuna para Semana Santa, cosa que dudo", señaló.

Además de que la pandemia presenta una "amenaza" para la democracia, pues ha "otorgado a algunos un poder que no tenían antes".

La clave, en su opinión, para amortiguar la crisis sanitaria es afrontarla con "cohesión social y estabilidad política", confiando en la "responsabilidad" de la ciudadanía para seguir las recomendaciones de las voces especializadas, como ha ocurrido, recordó, en su propio país, donde se ha seguido un enfoque relativamente "laxo".

Esta estrategia no ha estado exenta de polémica, pues la situación en Suecia era, sobre todo al comienzo de la pandemia peor que en otros países escandinavos, si bien las cifras de contagios y mortalidad son ahora más similares a las de sus vecinos.

Giesecke destacó que en su país, por ejemplo, "no hay ley alguna" que impida a la ciudadanía salir a la calle: "La policía no te va a detener".

"Se trata de decirle a la gente que debe mantener la distancia social, lavarse las manos con frecuencia, estar en casa y aislarse si se encuentra mal. Cuando el gobierno lanzó esas recomendaciones a mediados de marzo, el número de infecciones por contacto cayó un 70 %".

Todo ello, insistió, sin necesidad de introducir "leyes de emergencia" porque la "gente ha seguido haciéndolo" y, en realidad, "lo bueno" es que "no hemos cambiado nada en seis meses, mientras que otros países han activado y desactivado confinamientos y restricciones".

El riesgo es que la ciudadanía "se olvide del distanciamiento, que es más importante que las mascarillas", las cuales no son obligatorias en Suecia, "ni siquiera en la escuela", dijo hoy Giesecke, que señaló que la evidencia científica sobre la eficacia de las protecciones faciales es "muy débil".

En cambio, sí dio importancia al uso de equipos de protección personal entre el personal de residencias de ancianos, al que deben realizarse también pruebas frecuentes para detectar a los asintomáticos.

Reconoció que es "imposible" frenar totalmente los contagios en los centros de cuidados de mayores, aunque es necesario "mantener la propagación tan baja como sea posible" y concentrar esfuerzos en "estos sitios", donde, al menos en Suecia, se ha registrado "la mayoría de los fallecimientos".

"Se debe aumentar la frecuencia de los test en las residencias y perseguir una política de rastreo de contactos agresiva. Es mucho trabajo y tampoco es útil al cien por cien, pero reduce los muertos, que debe ser el principal objetivo de nuestros esfuerzos", subrayó Giesecke.

Giesecke concluyó su intervención instando a la ciudadanía a permanecer vigilante ante "las decisiones antidemocráticas" de aquellos "que recurren a leyes de emergencia cuando no son necesarias".

Asimismo, se mostró pesimista respecto al fin de la crisis de la COVID-19, una enfermedad con la que "debemos aprender a vivir" durante quizá "tres, cinco o siete años", a menos que "haya una "buena vacuna para Semana Santa, cosa que dudo".

Por redacción Por Esto!

JH