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Al menos 11 de las 13 personas fallecidas tras una redada policial en una fiesta clandestina en Perú tenían COVID-19, por lo que no se descarta que fuese una "Fiesta COVID".
La Fiscalía de Perú informó que 11 de los fallecidos tenían COVID-19 y que este lunes 24 se realizarán las necropsias de ley.
Detallaron que la investigación de los hechos está a cargo del fiscal provincial Carlos Díaz Casimiro, titular del Cuarto Despacho de la Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Los Olivos.
#Comunicado del Ministerio Público pic.twitter.com/r5qfUEDM80
— Ministerio Público (@FiscaliaPeru) August 23, 2020
#Ahora uD83DuDD34 | Se vienen realizando pruebas rápidas de #COVID-19 a nuestros efectivos policiales que participaron en un operativo durante la madrugada en una discoteca, en #LosOlivos. pic.twitter.com/q28YKbudlE
— Policía Nacional del Perú (@PoliciaPeru) August 23, 2020
De manera previa, se informó que como resultado de la redada, se detuvo a 22 personas, de las cuales 15 dieron positivo a las pruebas de COVID-19, teniendo un total de 26 personas con el virus en la fiesta clandestina.
Los elementos de la policía que participaron en la redada se sometieron a pruebas rápidas y permanecerán en aislamiento debido a la exposición con las personas contagiadas.
El presidente peruano Martín Vizcarra dijo sentir pena por los familiares de las personas fallecidas pero “también cólera e indignación con los empresarios organizadores del evento”.
Los hechos se dieron este sábado 22 cuando la policía peruana realizó un operativo para disolver una fiesta clandestina en la discoteca Tomas Restobar, en la cual se encontraban 120 personas.
El operativo desató una estampida humana pues las personas intentaron huir del lugar, lo que provocó el fallecimiento de 13 personas y seis heridos.
La discoteca se ubica en un segundo piso del distrito Los Olivos y vecinos de la zona se encargaron de alertar a las autoridades sobre la fiesta. En el operativo, participaron más de 50 elementos de la policía.
Los organizadores de la fiesta podrían ser castigados con hasta 35 años de cárcel.
Tras comprobarse los casos de COVID-19 entre los asistentes, Claudio Ramírez, funcionario del ministerio de salud describió a la fiesta clandestina como un "caldo de cultivo" para la transmisión de la enfermedad debido a la alta carga viral y a que se encontraban en un ambiente cerrado.
Con información de AP
Por Redacción Digital Por Esto!
GM
