La historia de amor detrás de la vacuna del COVID-19

Una pareja de hijos de inmigrantes turcos en Alemania descubrió la vacuna que ha demostrado tener éxito contra el coronavirus
martes, 8 de diciembre de 2020 · 22:02

Una pareja turco-alemana se encuentra detrás de BioNTech, la empresa que desarrolló junto a Pfizer la vacuna contra el COVID-19 que ha demostrado ser un éxito. 

Ugur Sahin es el hijo de un inmigrante turco que trabajaba en una fábrica de Ford, en Colonia, Alemania. Ahora, a los 55 años de edad es el director ejecutivo de BioNTech y se encuentra entre los 100 alemanes más ricos, junto a su esposa y colega, Öezlem Türeci, de 53 años, hija de un médico turco.

"A pesar de sus logros, nunca ha dejado de ser increíblemente humilde y amable", señaló Matthias Kromayer, miembro del directorio de la firma de capital de riesgo MIG AG, cuyos fondos son financiados por BioNTech desde su fundación en 2008.

Según Kromayer, Sahin suele asistir a las reuniones de negocios con jeans, mochila y un casco de bicicleta bajo el brazo.

Alemania tiene una gran comunidad de origen turco, pero estos inmigrantes o descendientes son a menudo víctimas de racismo.

"Alemania ha luchado durante mucho tiempo con la pregunta sobre cuán abierta debería ser su política de inmigración y el programa de 'trabajadores invitados' de la posguerra siempre ha sido cuestionado", dijo Christian Odandahl, economista jefe del Centro para la Reforma Europea, en una publicación de Twitter.

"El padre de Ugur Sahin era uno de esos trabajadores invitados que venían a trabajar en la fábrica de Ford en Colonia y ahora su hijo podría ser la persona que acabó con la epidemia que arrasó el mundo", agregó.

Persiguiendo con empeño su sueño de la infancia de convertirse en médico, Ugur Sahin se graduó en 1990 y trabajó en hospitales universitarios en Colonia y en la ciudad universitaria de Hamburgo, en el suroeste de Alemania, donde conoció a Türeci durante el comienzo de su carrera académica.

Türeci, hija de un médico turco que había emigrado a Alemania antes de su nacimiento, dijo en una entrevista con los medios locales que, incluso el día de su boda, ambos encontraron tiempo para trabajar en el laboratorio.

Ambos son especialistas en el sistema inmunológico 

Juntos, se especializaron en el estudio del sistema inmunológico como un aliado potencial en la lucha contra el cáncer.

En 2001, crearon Ganymed Pharmaceuticals para desarrollar anticuerpos contra el cáncer; sin embargo, Sahin, quien es profesor de la Universidad de Mainz desde 2014, nunca abandonó la investigación académica y la enseñanza.

La pareja, que ahora tiene una hija adolescente, recibió fondos de MIG AG, así como de Thomas y Andreas Struengmann, quienes vendieron su compañía de medicamentos genéricos Hexal a Novartis en 2005.

En 2016, vendieron su compañía a la empresa japonesa Astellas por casi mil 400 millones de dólares. En ese momento, el equipo detrás de Ganymed ya estaba construyendo BioNTech, fundada en 2008, en busca de una gama mucho más amplia de herramientas de inmunoterapia contra el cáncer.

Esto incluía ARNm, una sustancia mensajera versátil que se utiliza para enviar instrucciones genéticas a las células. El sistema inmunológico detecta las células cancerosas como un virus que ingresa al cuerpo y trata de eliminarlas.

Y es con este método, que permite producir más vacunas de forma más rápida en comparación con los métodos tradicionales de inmunización, que la empresa prevé producir más de 100 millones de dosis de vacunas contra el COVID-19 para finales de año.

Un artículo científico los llevó a encontrar la vacuna

Actualmente, Sahin es el director ejecutivo (CEO) de BioNTech y Türeci, el médico jefe (CMO) de la empresa. En enero de 2020, Sahin encontró un artículo científico sobre un nuevo brote de coronavirus en la ciudad china de Wuhan. En ese momento, se dio cuenta de lo cerca que estaba la brecha entre los medicamentos anticancerosos de ARNm y las vacunas virales basadas en ARNm.

Este tipo de método de inmunización sin precedentes lleva consigo una pieza de material genético modificado en el laboratorio y proporciona instrucciones para que las células de nuestro cuerpo fabriquen proteínas víricas. A partir de ahí, el sistema inmunológico reconoce la amenaza y genera una respuesta que realmente protege al cuerpo de la enfermedad.

La iniciativa atrajo al gigante farmacéutico estadounidense Pfizer y a la compañía farmacéutica china Fosun como socios poco después, en marzo.

Con información de BBC

Por Redacción Por Esto!

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