A 28 años del suicidio de Kurt Cobain, líder de Nirvana, ¿qué decía la carta que dejó al morir?

El líder de Nirvana se quitó la vida el 5 de abril de 1994, a los 27 años. En el adiós, lamentó su incapacidad para disfrutar, dijo que su hija estaría mejor sin él y dejó una enigmática dedicatoria
martes, 5 de abril de 2022 · 12:17

El 5 de abril de 1994 quedó grabado en la historia por ser el día de la muerte de Kurt Cobain. Esa fecha marcó por completo a toda una generación que fue influenciada por aquel muchacho rubio de pelos largos, que vestía camisas de franela, vaqueros desgastados y zapatillas marcando una identidad como es el grunge. 

Las letras de Nirvana, marcaron un camino donde miles de fanáticos se sentían amparados en ellas, que hasta el día de hoy, siguen sonando en diferentes partes del mundo. 

27 años tenía Kurt cuando decidió quitarse la vida, el cantante había nacido un 20 de febrero de 1967 en Aberdeen, estado de Washington. Cobain no tuvo una infancia fácil, desde chico padeció problemas de atención y el divorcio de sus padres fue un hecho que nunca terminó de asimilar. Su único escape a todos sus problemas era la música y gracias a una guitarra que le regaló un tío cuando tenía 14 años, el líder de Nirvana empezó a dar sus primeros pasos en el mundo del punk.

En 1985, junto al bajista Krist Novoselic y al batería Aaron Burckhard formaron Fecal Matter que al poco tiempo se pasó a llamar Nirvana. Esta banda oriunda era muy famosa en Seattle, su primer disco fue Bleach pero no tuvo tanta repercusión. Tras firmar contrato con Geffen Records, en 1991 lanzaron su segundo álbum Nervermind, producción que alcanzó a vender más de 30 millones de copias en todo el mundo. Su principal hit fue Smell like Teen Spirit

Mientras su figura crecía en todo el mundo, su adicción por la heroína avanzaba a pasos agigantados. En una oportunidad, Kurt Cobain confesó en una entrevista para la revista a Rolling Stone que empezó a consumir para calmar el dolor su problema crónico que tenía en el estómago, el cantante dijo al respecto: "Llegó un punto en el que estaba de gira, tirado en el suelo, vomitando aire porque no podía ni ingerir agua. Salía a cantar y después vomitaba sangre. Eso no era vida, así que decidí automedicarme".

A nivel sentimental, Kurt se casó en 1992 con Courtney Love. La pareja también sufrió el impacto de la adicción a la heroína, al punto que casi pierde la custodia de su hija, Frances Bean, luego de que la cantante y guitarrista del grupo Hole reconociera haber consumido esta droga durante su embarazo. La relación entre los artistas siempre estuvo rodeada de problemas y en 1993, Cobain saca su tercer disco In Utero, donde hablaba de sus temas personales como de su matrimonio. 

¿Cómo murió Kurt Cobain, el líder de Nirvana?

El tercer disco de Nirvana fue un rotundo éxito pero Kurt no lo veía de esa manera ya que sostenía que el marketing había desvirtuado el movimiento grunge. Tras esta confesión, el cantante norteamericano cayó en una profunda depresión en la que intentó quitarse la vida luego de haberse tomado  67 pastillas del somnífero Rohipnol. Luego de esta dramática situación, Courtney internó a su esposo en una clínica de desintoxicación en Los Ángeles. 

Pero lamentablemente, Kurt Cobain se escapó al poco tiempo y regresó a su querido Seattle. Unos días después, el artista de por aquel entonces 27 años, decidió quitarse la vida mediante un disparo en su cabeza. 

Su cuerpo fue encontrado por un electricista, donde en la escena del trágico hecho se encontraba una carta de despedida donde el líder de Nirvana confesó que había perdido la ilusión por tocar. Su último recital fue el 8 de febrero de 1994 en Madrid. 

¿Qué decía la carta que dejó Kurt Cobain al morir?

"Hablando como el estúpido con gran experiencia que preferiría ser un charlatán infantil castrado. Esta nota debería ser muy fácil de entender. Todo lo que me enseñaron en los cursos de punk rock que he ido siguiendo a lo largo de los años, desde mi primer contacto con la, digamos, ética de la independencia y la vinculación con mi entorno ha resultado cierto. Ya hace demasiado tiempo que no me emociono ni escuchando ni creando música, ni tampoco escribiéndola, ni siquiera haciendo rock’n’roll. Me siento increíblemente culpable. Por ejemplo, cuando se apagan las luces antes del concierto y se oyen los gritos del público, a mí no me afectan tal como afectaban a Freddy Mercury, a quien parecía encantarle que el público le amase y adorase. Lo cual admiro y envidio muchísimo. De hecho, no los puedo engañar, a ninguno de ustedes. Simplemente no sería justo ni para mí. Simular que me lo estoy pasando el 100% bien sería el peor crimen que me pudiese imaginar. A veces tengo la sensación de que tendría que fichar antes de subir al escenario. Lo he intentado todo para que eso no ocurriese. (Y sigo intentándolo, créeme Señor, pero no es suficiente).

Soy consciente de que yo, nosotros, hemos influido y gustado a mucha gente. Debo ser uno de aquellos narcisistas que sólo aprecian las cosas cuando ya han ocurrido. Soy demasiado sencillo. Necesito estar un poco anestesiado para recuperar el entusiasmo que tenía cuando era un niño. En nuestras tres últimas giras he apreciado mucho más a toda la gente que he conocido personalmente que son fans nuestros, pero a pesar de ello no puedo superar la frustración, la culpa y la hipersensibilidad hacia la gente. Sólo hay bien en mí, y pienso que simplemente amo demasiado a la gente. Tanto, que eso me hace sentir jodidamente triste. El típico Piscis triste, sensible, insatisfecho, ¡Dios mío! ¿Por qué no puedo disfrutar? ¡No lo sé! Tengo una mujer divina, llena de ambición y comprensión, y una hija que me recuerda mucho como había sido yo.

Llena de amor y alegría, confía en todo el mundo porque para ella todo el mundo es bueno y cree que no le harán daño. Eso me asusta tanto que casi me inmoviliza. No puedo soportar la idea de que Frances se convierta en una rockera siniestra, miserable y autodestructiva como en lo que me he convertido yo. Lo tengo todo, todo. Y lo aprecio, pero desde los siete años odio a la gente en general…Sólo porque parece que a la gente le resulta fácil relacionarse y ser comprensiva. ¡Comprensiva! Sólo porque amo y me compadezco demasiado de la gente. Gracias a todos desde lo más profundo de mi estómago nauseabundo por sus cartas y su interés durante los últimos años. Soy una criatura voluble y lunática. Se me ha acabado la pasión, y recuerden que es mejor quemarse que apagarse lentamente. Paz, amor y comprensión. Kurt Cobain.

Frances y Courtney, estaré en su altar.

Por favor, Courtney, sigue adelante por Frances, por su vida que será mucho más feliz sin mí. Los quiero. ¡Los quiero!

Síguenos en Google News y recibe la mejor información

jram