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Charlie Watts, reconocido como uno de los hombres más tranquilos del rock durante sus casi 60 años como baterista de los 'The Rolling Stones', murió pacíficamente rodeado de su familia en un hospital de Londres, Inglaterra, a los 80 años, i
Desde la formación de la agrupación hasta su muerte, el británico nunca se alejó del conjunto intérprete de exitosos temas como “Satisfaction” y “Angie”. No obstante, la relación de los británicos también sufrió altibajos.
Sin embargo, más de 50 años de carrera con el grupo dan para mucho y son cientos las anécdotas que surgieron de esta convivencia que ahora, con motivo de su fallecimiento, muchos vuelven a recordar.
Una de estas fue el día en el que Watts le dio tremendo puñetazo a Mick Jagger en la cara, por aparentemente haberlo llamado “mi baterista”, según relató el portal británico The Week. El hecho quedó registrado en el libro ‘Under their thumb‘, escrito por el editor Bill German, quien acompañó a la banda en su recorrido por todo el mundo.
Durante una reunión celebrada en Ámsterdam en 1984 para discutir si la banda debía seguir o continuar, Jagger se refirió a Charlie Watts como "mi baterista", lo cual no le pareció nada grato: "Nada de esto debería importarte porque sólo eres mi baterista", dijo el
Sin embargo, no fue ese el momento en el que Charlie decidió golpear al cantante, sino que esperó hasta después, cuando Mick “borracho” lo llamó y nuevamente se refirió a él con el mismo término: “¿Dónde está mi baterista?”.
Fue en ese instante cuando Watts salió de su habitación y fue directamente a la puerta del cantante, quien al momento de abrir se encontró con el puño del baterista directo en su cara, el cual lo lanzó hasta una mesa que había en el cuarto. “Nunca me vuelvas a llamar ‘tu baterista'”, le dijo en ese momento Charlie a Mick, para luego salir como si nada caminando.
Pese a todo ello, Watts continuó como el legendario baterista de la banda, y acompañó a The Rolling Stones por básicamente el resto de la carrera de la banda; hoy, el mundo del rock lamenta su muerte, pero su legado quedará para la posteridad.
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AR
