Finlandia sacrificará a más de 100 mil zorros de granja, ¿cuál es el motivo?

La reciente orden de sacrificio de miles de zorros y perros mapache en granjas de Finlandia ha generado preocupación en las autoridades sanitarias. La medida tiene como objetivo evitar la mutación del virus de la gripe aviar y su posible contagio a los humanos. Esta acción se suma al sacrificio de otros miles de animales con pieles valiosas que ya ha sido llevado a cabo durante este verano.

Las autoridades sanitarias han advertido que, cuanto más tiempo circule el virus entre los mamíferos, mayor será el riesgo de que aparezcan variantes que también puedan infectar a los humanos. En este sentido, las granjas donde se han confirmado casos de gripe aviar representan un entorno propicio para la mutación del virus.

Según la Agencia Alimentaria de Finlandia, se han detectado casos de gripe aviar en cerca de 26 de las 400 granjas peleteras del país. La mayoría de estas granjas se encuentran en la región de Ostrobotnia, en el oeste de Finlandia. Estos casos han generado preocupación, ya que se ha encontrado evidencia de contagios entre los mamíferos de las granjas, lo que indica que el virus está mutando.

"No sabemos con certeza hasta qué punto está extendida la enfermedad y hay indicios de que puede transmitirse de un animal a otro. Además, en algunas granjas se han encontrado mutaciones preocupantes que aumentan la adaptación del virus a los mamíferos", declaró Tuija Gadd, investigadora de la Agencia Alimentaria, en una entrevista para la televisión pública YLE.

Ante la preocupación por la posible mutación del virus de la gripe aviar, las autoridades finlandesas han decidido tomar medidas drásticas. La Agencia Alimentaria ha ordenado el sacrificio de todos los zorros y perros mapache presentes en las granjas peleteras afectadas. En total, se estima que serán sacrificados 109,000 zorros y 6,000 perros mapache.

Esta medida se suma al sacrificio de otros 135,000 animales con pieles valiosas que ya ha sido llevado a cabo durante el verano. La intención es reducir al máximo la presencia del virus en las granjas y evitar su propagación entre los animales, lo que aumentaría el riesgo de mutación y contagio a los humanos.

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LG