¿Por qué tienen que ser 9 las posadas navideñas?

En nuestro país, las posadas son una tradición que está ligada a la Navidad y que va más allá de romper la piñata
sábado, 16 de diciembre de 2023 · 15:39

Las posadas navideñas, arraigadas en la tradición latinoamericana, despiertan curiosidad por la peculiar elección del número 9.

Con sus raíces en la época colonial de México, las posadas conmemoran el viaje de María y José en busca de un refugio antes del nacimiento de Jesús. 

Este ritual, que se celebra durante los nueve días previos a la Nochebuena, se ha convertido en una parte integral de las festividades navideñas en diversas comunidades.

Importancia Religiosa

La elección del número 9 está estrechamente ligada a la devoción religiosa

Según la letanía utilizada durante las posadas, los participantes recuerdan los nueve meses de embarazo de María. 

Este simbolismo conecta directamente con la espera y la preparación espiritual para la llegada del Niño Jesús.

La Letanía y su Significado

La letanía recitada durante las posadas es una parte esencial de la tradición. Cada petición representa un rechazo simbólico de José y María en su búsqueda de alojamiento. 

Esta repetición de súplicas refleja la perseverancia de la pareja y fortalece el mensaje de solidaridad y hospitalidad.

La Significación de la Nochebuena en las Posadas

En el marco de las posadas, la Nochebuena adquiere un papel crucial. Durante esta última celebración, se conmemora el momento en que María y José finalmente encuentran un lugar para alojarse. 

Esta culminación del ritual refleja la importancia de la paciencia y la fe durante los momentos más desafiantes.

Tradiciones Simbólicas

El número 9 también se asocia con la tradición de romper piñatas. Cada piñata representa uno de los pecados capitales, y al romperlas, los participantes simbolizan la destrucción del mal. 

Esta actividad añade capas de significado a las posadas, convirtiéndolas en un recordatorio visual de la lucha contra la oscuridad.

Perpetuación de la Cultura

A lo largo de los años, las posadas han evolucionado, pero el número 9 ha permanecido como un pilar fundamental. 

La transmisión de esta tradición a través de generaciones refleja la importancia de preservar las costumbres culturales. La constancia del número 9 refuerza la conexión entre el pasado y el presente.

En resumen, las posadas navideñas mantienen el número 9 como un recordatorio simbólico de la espera de María y José, así como de la importancia de la fe y la paciencia. 

La letanía, las piñatas y otras tradiciones asociadas contribuyen a enriquecer este evento, convirtiéndolo en una experiencia profundamente arraigada en la identidad cultural de las comunidades que lo celebran.

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