
Lo que debía ser una noche de espectáculo deportivo en el Estadio Nou Camp de León se vio empañada, aunque brevemente, por un incidente que pudo tener consecuencias más graves. Durante los preparativos previos al duelo de ida de cuartos de final entre León y Cruz Azul correspondiente al Clausura 2025, un aficionado sufrió quemaduras en el antebrazo debido a la pirotecnia utilizada como parte del show inaugural.

Noticia Destacada
Cruz Azul sorprende al León en el Nou Camp y acaricia las semifinales del Clausura 2025
El momento quedó documentado en un video compartido en redes sociales por un usuario identificado como Saúl Macías, donde se observa claramente cómo una chispa o fragmento encendido proveniente del espectáculo pirotécnico impacta directamente en el brazo de un espectador, provocándole una quemadura visible. Afortunadamente, según muestra la misma grabación, el incidente "no pasó a mayores", y el afectado incluso aparece sonriendo tras el percance.
Un Fenómeno Recurrente en los Estadios
Este incidente, aunque aparentemente menor, pone de relieve una problemática más amplia relacionada con el uso de efectos pirotécnicos en los escenarios deportivos mexicanos. Para incrementar el espectáculo y crear una atmósfera de mayor intensidad, especialmente en partidos de eliminación directa como los de Liguilla, los clubes suelen recurrir a elaborados shows que incluyen fuegos artificiales, bengalas y otros dispositivos pirotécnicos.
Sin embargo, estos elementos implican riesgos inherentes que no siempre son adecuadamente evaluados o controlados. Los efectos pueden ser impredecibles, particularmente cuando se utilizan en espacios cerrados o semicerrados como los estadios, donde las corrientes de aire, la proximidad del público y otros factores pueden alterar su trayectoria o comportamiento.
Reglamentación ambigua y supervisión limitada
La Liga MX cuenta con protocolos de seguridad que regulan diversos aspectos de los partidos, incluyendo el uso de pirotecnia. No obstante, la implementación y supervisión de estas normativas suele ser inconsistente. Mientras que algunos efectos están explícitamente prohibidos, como las bengalas en manos de los aficionados, los shows pirotécnicos organizados por los propios clubes operan en una zona gris donde los controles son menos estrictos.