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Grúa no respeta su alto y choca contra un automóvil en Ciudad del Carmen.Por no respetar su alto, una grúa chocó contra un automóvil en Ciudad del Carmen la madrugada de este lunes.

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Mientras buscaba un lugar para practicar en Yucatán, el boxeador Giovani Segura se topó con "El Arca de Noé", dónde ahora entrena a jóvenes que luchan contra las adicciones.

Giovani Segura, El Guerrero Azteca, nos contó sobre sus deseos de volver al cuadrilátero, para lo cual estaba entrenando en la Ciudad de México, pues tendría una pelea en mayo; sin embargo, fue el comienzo de la pandemia lo que le llevó a trasladarse a la capital yucateca, junto con su esposa, originaria de Yucatán; así fue como empezó la búsqueda de un espacio acorde para sus entrenamientos y encontró su actual motivación: El Arca de Noé, donde entrena a jóvenes que luchan contra las adicciones. Aunque tiene planes de volver a finales de diciembre, “no hay prisa”, aseguró.

“Cuando vine a Mérida por primera vez para una pelea contra el filipino Sonny Boy Jaro, la sentí algo del otro mundo, muy raro. Una cultura muy respetuosa, limpia y amable”, comentó Giovani.

Desde muy joven vivió en Los Ángeles, una ciudad con mucho ruido, por eso la tranquilidad y seguridad que se vive en Mérida, le parecieron una experiencia diferente y agradable; además su esposa es de aquí, por lo que ahora se encuentran juntos residiendo en el Estado.

Por otro lado, comentó que el clima cálido es favorecedor para el boxeo, ya que permite bajar de peso con facilidad.

A pesar de la pandemia quería seguir entrenando, por lo que comenzó su búsqueda por encontrar un lugar abierto y apto para sus entrenamientos a nivel profesional.

Fue un amigo quien le ayudó a investigar y dio con El Arca de Noé, sin embargo, cuando le comentó que el lugar era un Centro de Intervención para la Prevención de Adicciones, Violencia y Suicidio no se encontraba convencido, “me imaginé un aspecto sucio”, comentó.

De cualquier manera, decidió darse la oportunidad de ir a conocer el lugar. Al llegar, le dieron un tour por el sitio y se dio cuenta de que era muy distinto a lo que él se había imaginado.

“Me encontré con lo que nosotros los boxeadores necesitamos”, aseguró.

“El ambiente fue lo que más me impresionó, el ambiente que se vive es como cuando tocan la campana para salir al recreo en la primaria”, así describió su encuentro con el sitio y las personas que en él se encuentran.

Mucho más allá de contar únicamente con el equipo, se percató de que en el Centro se cuenta con todo lo que un profesional necesita para sus entrenamientos: alimentación saludable, rutinas, disciplina, entre otras cosas. Fue así como decidió quedarse.

Aunque él llegó al lugar con la única intención de entrenar, nos confió que ahí se encontró a muchachos ansiosos por aprender a boxear; los primeros que se le acercaron fueron: Orlando Chalé, Emanuel Ucán y Edwin Medina.

“La manera en que me miran, me expresa más que mil palabras”, fue así como se dio cuenta de que “las ganas son lo que les sobra” y decidió comenzar a entrenarlos, como le solicitaron.

Tras dos semanas de entrenamiento, pasaron de ser tres a ser 35 jóvenes, quienes forman parte del grupo. “A ellos no hay que decirles que se esfuercen, las ganas son lo que les sobra”, aseguró.

Verlos con tantas ganas ha resultado para él una motivación, después de tantos años entrenando hay días en los que piensas “mejor duermo un rato más”, sin embargo, los jóvenes le han devuelto la motivación para madrugar sin pensar “un rato más”, porque, según nos cuenta, brindarles este entrenamiento, para él resuena en su cabeza como “un gran poder que conlleva una gran responsabilidad” y quiere ser un buen ejemplo para ellos.

Nos confesó haberse encontrado con cosas de sí mismo que desconocía y al mismo tiempo, se ha sentido identificado con los jóvenes que actualmente entrena.

“Es una identidad mutua”, dijo.

Cuando él comenzó, sentía mucha frustración y coraje que provocaron que se esfuerce mucho y esa es una de las razones por las que se identifica con ellos.

“Muchos comenzamos a boxear porque queremos sacar adelante a nuestras familias”, comentó que, así como él tenía esa idea en mente desde sus inicios, también los jóvenes que entrena sientes esos deseos por sacar adelante a la familia.

Actualmente, él percibe a los jóvenes como una familia y “si uno sale adelante, salen adelante juntos”.

Considera que en general, el boxeo le ha hecho mirar más esa parte humana que necesita el mundo. También hizo mención de que se debería dar a conocer esa cara de la moneda, pues en muchas ocasiones la gente cree que el box es como en las películas de Rocky Balboa y es mucho más que eso; también se tienen muchas ideas negativas, “un mal concepto del boxeo”, como él mismo expresó, que podría cambiarse si se conociera la realidad sobre el deporte.

Asimismo, El Guerrero Azteca, destacó que es necesario visibilizar lo positivo del box, como lo son los círculos que se forman entre las personas, la alimentación saludable que se requiere y que incluso puede contribuir a combatir el sobrepeso, tan común en nuestro Estado.

Para él, el box ha sido una montaña rusa, “hay subidas y bajadas”, tiene muchas cosas que contar desde sus inicios y por tal motivo, nos cuenta que “quisiera escribir un libro o una película”.

Aunque Giovani creció en un ambiente de fútbol, fue en Los Ángeles que, al salir de su trabajo en McDonald’s pasaba por un parque en donde comenzó a practicar box y su entrenador, “El Chato Robles”, como él lo recuerda, le dijo “tú tienes un don” y comenzó a motivarlo para entrenar y mirar hacia el cuadrilátero.

Ahora, años más tarde y habiéndose posicionado como campeón del mundo en dos ocasiones, planea su regreso para finales de diciembre de este año. Sin embargo, nos contó que “no hay prisa, ni compromisos. Será cuando tenga que ser”.

Por Cecilia Abreu