
Los fuertes vientos acompañados de lluvias al inicio de la semana removieron las guaridas de las langostas, provocando que estos insectos revolotearan sin rumbo en las áreas boscosas de Sodzil y migraran hacia Pomuch, ambos cercanos a Hecelchakán, para luego integrarse nuevamente al monte, según informó Manuel Álvarez Martín, encargado de las cuadrillas locales del Comité Estatal de Sanidad Vegetal de Campeche (Cesavecam).
Álvarez explicó que durante más de 10 días, tres mangas de acrídidos permanecieron ocultas en los costados de Los Petenes, donde fueron combatidas en diversas ocasiones. Sin embargo, al comenzar los fuertes vientos, las langostas se dispersaron; dos grupos emergieron: uno se dirigió hacia Concepción, Calkiní, y otro hacia Sodzil, Pomuch y Hecelchakán. Las cuadrillas trabajan actualmente para determinar su ubicación exacta y proceder a exterminarlas.
Detalló que las langostas tienden a regresar a su punto de origen, aunque actualmente no hay espacios abiertos y seguros para combatirlas. En muchos casos, buscan refugio en apiarios, zonas ganaderas o incluso dentro de los pueblos, lo cual complica su erradicación.
Según el especialista, la prioridad es evitar que las langostas pongan huevos en el suelo, ya que esto generaría millones de nuevos insectos.
Por su parte, los comisarios ejidales de Tenabo, Hecelchakán y Pomuch: Armando Sansores Pech, Moisés Euan Dzul y Pedro Yam Poot, respectivamente, afirmaron estar al tanto de la situación y dispuestos a colaborar con la población, facilitando el acceso y abriendo caminos para erradicar la plaga. Subrayaron que, de no controlarla, esta representa una grave amenaza para los pueblos.
JGH