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Sólo el 50 por ciento de las comunidades rurales del municipio de Candelaria cuenta con agua potable, el resto de las poblaciones depende de la captación de líquido pluvial, lagunas, jagueyes, el río Candelaria y en algunos casos de pozos profundos para suministrarse del recurso, por lo cual existen ejidos que no cuentan con suficiente agua y de buena calidad, expresaron habitantes de asentamientos irregulares que carecen de este servicio.
De acuerdo con la Dirección de Agua Potable municipal, sólo se cuenta con 108 sistemas de agua a lo largo de la geografía municipal, lo que significa que de las más de 200 comunidades sólo la mitad cuenta con este suministro, donde los asentamientos irregulares, principalmente los que se encuentran en las ampliaciones forestales de Pomuch y Champotón, no tienen acceso al recurso.
Ante esta situación, la dirección también ha señalado que debido a que estas comunidades son irregulares existen obstáculos para dotarlos de los principales servicios, pues en la mayoría de los casos las reglas de operación de los programas federales y estatales impiden brindar el apoyo, ante las condiciones en que se encuentran.
Es preciso señalar que, aunque el vital líquido es un derecho humano, la Dirección de Agua Potable indica que “no es fácil ampliar la red de agua a las comunidades irregulares, pero a pesar de ello, los pobladores de estos lugares se las han ingeniado para sobrevivir en esas condiciones al aprovechar el agua de lluvia para almacenarla, o en su caso hay lagunas y jagueyes”.
Aunque señalaron que de acuerdo a estudios las aguas subterráneas están saturadas con carbonatos y sulfatos de calcio, lo cual es causa de serios problemas de salud para la población, tales como cálculos en riñones, diarreas entre otros, que afectan principalmente a infantes.
Ante estos inconvenientes, la mayoría de las personas se ven obligadas a abastecerse de agua purificada que es comercializada en la región por comerciantes de agua purificada, y la que recolectan la ocupan sólo para el aseo de la casa, lavado de ropa y enceres del hogar.
Aunque la necesidad es mucha sobre todo en esta temporada de sequía, y cuando pobladores de comunidades irregulares no cuentan con suministro y por ello buscan el líquido en donde lo encuentren.
“Llevamos más de una década de vivir en las mismas condiciones, sin agua, por lo que algunos hemos optado por hacer un pozo para sortear esta situación, ya que el municipio está rodeado de yacimientos de agua y a poca profundidad es seguro encontrarla”, comentaron.
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LV
