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Aproximadamente 100 hombres de mar se apostaron en Palacio de Gobierno con pancartas donde piden el apoyo de las autoridades estatales para acabar con la depredación que se hace del molusco, así como apoyos para la actividad y la reconstrucción de la palapa de Lerma.
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Pescadores de Lerma exigen al Gobierno del Estado, instrumente un operativo de vigilancia para detener a los buzos que depredan el pulpo y diversas especies marinas sin que sean castigados, incluso, señalan a familias de empresarios como Agapito Ceballos Fuentes en la Administración Portuaria Integral y su sobrino como director del Instituto de Pesca, Edward Ceballos Alexandre, de que no apoyan al sector.
David Alejandro Caab Collí manifestó que el sector pesquero de plano está en la quiebra, abandonado, aunado a la depredación del pulpo y pepino de mar que con el uso de compresores ahuyenta a las especies de escamas.
Explicó que “la burbuja de la compresora los asusta, ¿qué hace?, el pescado se va”, además, dijo que la depredación lo hacen “pá colmo acá cerca de 2 a 3 kilómetros andan buceando con compresora, menos mal que trabajen entre 40 a 50 kilómetros pues va, pero acá en la orillita lo están depredando”.
Tras aseverar que es la inconformidad de los pescadores, recordó que en ocasiones anteriores cuando acuden a Palacio sólo les “dan vueltas”, ya que argumentan que “no pueden hacer nada” y que necesitan pruebas de la depredación, por lo que ironizó sobre “qué más evidencia quieren, si hasta ellos mismos ya conocen los puntos. Ellos saben quiénes son los que realmente andan depredando”, apuntó.
Ante ello, demandó la vigilancia de las autoridades pesqueras para evitar la depredación, y subrayó que debe hacer su trabajo el personal de la Comisión Nacional de Pesca y Acuacultura (Conapesca) y la Secretaría de Marina, sin embargo, dijo que “nada más lo asustan y no hay castigo para ellos”.
Calificó de inconcebible que no vean a los pescadores furtivos que bucean el pulpo cuando “son bastantes, regularmente gente de fuera, de Seybaplaya”, en Lerma añadió, pueden observarse cómo incurren en la depredación, ya que utilizan las compresoras.
Manifestó que además de la vigilancia, solicitan la reconstrucción de la palapa en Lerma, puesto que el Apicam argumenta que no es de su competencia y la infraestructura “ya se está cayendo y no tiene alumbrado”, además de que también carece de pavimentación.
Otro pescador planteó que la mayoría de los buzos “están sacando pulpo, pepino de mar, la gente está molesta porque no dejan que se reproduzcan y están depredando” y cuando llegue la temporada el próximo uno de agosto, no habrá molusco para pescar.
Mientras que otro señaló que la temporada de pulpo 2022 les fue de la patada, y aunque las autoridades pesqueras decían que había toneladas de pulpo, consideró que “era pura depredación”.
Ejemplificó que ya acabó la temporada de caracol con poco producto, y ahora “le están dando en la madre al pepino, al pulpo, cuando pasa esa gente, todo barren (ante el uso de la compresora)”, y expresó que es una de las causas “porque escasea el pez”, en estos días.
Otros pescadores cuestionaron que empresarios del sector pesquero estén en la administración pública, ya que tampoco se ven resultados en beneficio del sector al tener a uno en la Apicam y otro en el Instituto de Pesca.
Incluso, José Fernando Sánchez Cetina planteó que en el Consejo Coordinador Empresarial funge como presidente Rafael Ruiz Moreno, del sector pesquero, por lo que debería apoyar a la actividad.
Asimismo, como un mal periodo para la pesca de altura calificó el primer trimestre del 2023 el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Pesquera (Canainspesca), Francisco Romellón Herrera, al señalar que desde enero el 70 por ciento de la flota camaronera se encuentra detenida debido a la caída de la producción y al alto costo del combustible.
Comentó que prácticamente no hay gente en el muelle supervisado por la Administración Portuaria Integral (API) ubicado en Lerma, ya que muchos de los armadores desde el primer día que no les fue rentable esta actividad se les cerraron las puertas, ya que tienen problemas con proveedores y los bancos, así que optaron por pedirle a sus trabajadores buscar otro trabajo en lo que resuelven su situación.
“La gente no ha tenido la oportunidad de darle vuelta al dinero, entonces hubo mucha gente que optó por decir, saben que, busquen empleo por el momento, están por ver qué va a pasar porque el alto costo del combustible y el producto que se está capturando no es suficiente”, expresó.
El empresario camaronero añadió que en los últimos cuatro años de veda ha caído la producción del crustáceo de manera impresionante, al grado que actualmente trabajan sólo alrededor de 20 de los 73 barcos activos en el muelle de Campeche.
Detalló que el padrón total de embarcaciones camaroneras es de 107, sin embargo, cerca de 30 necesitan reparación mayor que en los últimos tres o cuatro años no se le ha podido dar, y es por eso que los empresarios tratan de realizar lo que se puede con lo que tienen.
Remarcó que han buscado con las autoridades la reactivación de la flota y que se incremente la producción, aunque consideró que mientras la inspección y vigilancia no sea la adecuada, el recurso no va a levantar por sí solo.
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LV
