Abejas, las otras víctimas por el uso de pesticidas en Campeche: Bióloga de la UAC

La bióloga Carmen Jiménez Pérez expuso que la afectación de pesticidas es de efecto letal a los insectos polinizadores, como lo son las abejas
martes, 26 de julio de 2022 · 10:45

El uso de pesticidas y herbicidas en el agro campechano deja como daño colateral más leve tanto la pésima calidad de vida, como la baja productividad de las abejas, expuso la bióloga egresada de la Universidad Autónoma de Campeche, Carmen Jiménez Pérez, e indicó que las nitroguanidinas, que incluyen imidacloprid, clotianidina, tiametoxam y dinotefuran, son letales para las abejas melíferas, y su toxicidad por la ingesta oral es extremadamente alta.

“Los efectos de los insecticidas en los polinizadores se pueden describir como inmediatos o letales, al ocasionar una rápida mortalidad, y subagudos o subletales cuando no provocan mortalidad en la población experimental, pero pueden causar efectos fisiológicos o de comportamiento más sutiles a largo plazo, como trastornos en la capacidad de aprendizaje, en el comportamiento o en otros aspectos neurofisiológicos; estos químicos por sus efectos potenciales dañan a los polinizadores, en especial a las abejas melíferas y los abejorros”.

Explicó que en el caso de los hogares, los insecticidas son una clase particular de plaguicidas, diseñados específicamente para matar a las plagas de insectos en cultivos y ganado, pero que de la misma forma funcionan en entornos domésticos, matan o repelen en dosis lo bastante altas que suelen ser letales.

Aún en dosis bajas

Destacó que también pueden tener efectos no intencionados si son usados en dosis bajas en insectos que no son su objetivo. A causa de su función y su naturaleza intrínseca, —resaltó— los insecticidas son el grupo de plaguicidas que supone el riesgo más directo para los polinizadores.

La bióloga dijo que los residuos de pesticidas de acuerdo a las condiciones climatológicas, pueden alcanzar diversos lugares alrededor de los cultivos tratados, “que son el hábitat de numerosas especies polinizadoras, además que por sus características químicas pueden permanecer en suelos de labor, moverse con el polvo y el aire, tras operaciones de siembra o fumigación”.

Agregó que también pueden llegar hasta cursos de agua alrededor de las explotaciones agrícolas, o estar presentes en el polen y el néctar de plantas cultivadas y malas hierbas cercanas, “y en última instancia llegan a tener presencia en la cera de las colmenas”.

Jiménez Pérez comentó que los efectos a largo plazo de los plaguicidas dañan múltiples funciones implicadas en la salud de las comunidades de abejas melíferas y abejorros, como el pecoreo, la fecundidad o la movilidad, pero también es posible que afecten a otras comunidades de abejas polinizadoras.

De acuerdo con el catálogo de plaguicidas de 2016, del total de 183 ingredientes activos de los plaguicidas altamente peligrosos autorizados en México, han sido hallados una enorme cantidad de registros sanitarios vigentes que cuentan con alguna autorización para uso agrícola, forestal, pecuario, doméstico, urbano, en jardinería e industrial, e incluyen formulaciones de mezclas con uno o más de los ingredientes activos.

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JG