Alcalde de Hecelchakán se lava las manos por vandalismo de normalistas; es tema de la Seduc, dice

Este miércoles, tras los siete días continuos de robos y vandalismo generados por estudiantes de la Escuela Normal Rural “Justo Sierra Méndez” de Hecelchakán, la Gobernadora de Campeche, Layda Sansores San Román aseguró que las manifestaciones “son dirigidas por gente foránea que afecta la imagen y el futuro académico de los normalistas”, confirmando así la presencia de jóvenes de otras partes del país, principalmente de Ayotzinapa, Guerrero.

También se pronunció el alcalde de Hecelchakán, José Dolores Brito Pech, quien afirmó no tener incumbencia con el problema “porque es de índole educativo” y no intervendrá, ya que los “afectados son terceros”, por lo que invitó a denunciar ante el Ministerio Público a las víctimas.

Además, en los alrededores de la Normal Superior los alumnos entregaron un panfleto que conlleva su pliego petitorio de 12 puntos; la mayoría son solicitudes de despido de trabajadores que no agradan a los alumnos, sin embargo, el sexto pide la oficialización y respeto al Consejo Estudiantil “Felipe Carrillo Puerto”. La minuta está signada por la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México, una organización estudiantil emblemática del nacionalismo revolucionario que estuvo adscrita a organizaciones estudiantiles internacionales abiertamente identificadas con el antiimperialismo de la Unión Soviética.

Postura del Gobierno

En medio de los señalamientos por cometer actos vandálicos, cerrar la carretera Campeche–Mérida y “rapiñar” camiones de carga, los estudiantes de la Normal Superior “Justo Sierra” siguen en conflicto con el Gobierno del Estado. Ante ello, la mandataria Layda Sansores dijo que los estudiantes “son usados por foráneos” y pidió que las clases regresen a la normalidad.

Desde hace más de 92 años una petición constante de los normalistas es atención a las necesidades básicas del plantel, situación que perdura en la actualidad, de acuerdo con los propios manifestantes.

Ante ello, Layda Sansores negó que su Gobierno no esté abierto al diálogo, pues dijo que intentan solucionar la situación, pese a la presencia de personas foráneas, que “usan a los normalistas campechanos para cometer actos vandálicos”.

Liberan camiones

Por su parte, los estudiantes comenzaron a liberar ocho vehículos que mantenían en su poder, tras escuchar las amenazas de ser denunciados ante la Fiscalía General del Estado (FGE). De acuerdo con vecinos de Hecelchakán, este miércoles entregaron un camión de carnes, ya que los jóvenes -aseguran- poseen suficiente alimento resguardado para continuar sus manifestaciones; le siguieron un camión de hielo, otro de productos lácteos y uno de galletas. Con ello, según los reportes mediáticos y ciudadanos, quedarían cuatro unidades por liberar.

La mecánica de sacar las unidades consiste en esperar hasta la madrugada, que no haya vecinos en la calle, y sacar de manera sigilosa los camiones para que no los vean.

Problema no es de incumbencia municipal

Por otra parte, el alcalde de Hecelchakán, José Dolores Brito Pech, aseguró no tener incumbencia con el asunto de los estudiantes de la Escuela Normal Rural, ya que son de índole educativo, y “si hay problemas con terceros como el secuestro de camiones en la carretera federal, pueden acudir al Ministerio Público a interponer sus respectivas denuncias”, advirtió.

El edil, al principio se negaba a opinar del asunto por ser -según él- de carácter educativo y “si hay problemas administrativos en el interior de la institución, la Secretaría de Educación debe dar una solución y no el municipio”. Agregó que no tiene relación con el asunto, “que se solucione de la mejor manera”, pues como presidente municipal de Hecelchakán no puede intervenir porque “desconoce” qué problemas tenga la escuela.

Según José Dolores no ha dialogado con la Gobernadora Layda Sansores para buscar la solución del asunto porque es problema del Gobierno Estatal y Federal, pero “el municipio muy poco puede hacer por el paro estudiantil” de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM), el cual espera respuesta en las peticiones ante el secretario de Educación Raúl Aarón Pozos Lanz, así como a la subsecretaria de Educación Básica y Normal, María Martina Kantún Can.

La madrugada del 26 de junio los normalistas arribaron a la gasolinera ubicada en la carretera Federal 180 Campeche-Mérida de donde robaron todo el aceite de los anaqueles, garrafones de gasolina, extintores, conos, dinero en efectivo y hasta la computadora de la oficina del gerente, los jóvenes sembraron pánico en el lugar donde llegaron armados con palos y machetes para amedrentar a empleados y clientes presentes. El grupo fue acompañado de estudiantes de la Normal de Tenerías, Estado de México y de Ayotzinapa, Guerrero, ya que presuntamente son quienes les dicen qué hacer.

Siguiendo con el vandalismo, el 27 de junio en la madrugada aseguraron un camión con 40 toneladas de carne de cerdo marca Kekén del cual amarraron al conductor para robarle la mercancía. El chofer contó horas después de ser liberado, que según los normalistas “así se hace por México”.

Después, el 28 -también de madrugada- bajaron galletas y refrescos de dos camiones más que metieron al patio del plantel. Parte de la mercancía fue repartida a los pobladores e incluso, acudieron a Chunkanán y Chunhuás a llevar alimento a cambio del apoyo de la gente. Ayer mismo a medianoche, vecinos escucharon al menos cuatro detonaciones presuntamente de armas de fuego, alertando a la Guardia Nacional (GN), pero al parecer se trató de bombas “molotov” de los mismos estudiantes.

92 años de lucha

La escuela, ubicada en la “Sabana del Descanso”, como se le conoce a Hecelchakán, fue fundada por Juan Pacheco Torres el 13 de abril de 1930, a 92 años de funcionamiento, los estudiantes siguen luchando por mejores condiciones educativas. Su fundador se graduó de la Escuela Nacional de Maestros, tuvo cargos directivos en Hecelchakán, en la Normal Rural de “El Mexe” en Hidalgo y en “Huamantla”, Tlaxcala. Fue autor del Himno Nacionalista.

Qué los molestó

El 27 de mayo del 2022 inició el paro laboral en la “Justo Sierra” tras la negativa del plantel de destituir al director Obed May Bautista, en la protesta encerraron al personal administrativo dentro de las oficinas para denunciar -según los alumnos- inconsistencias en las pruebas EXANI-II del Ceneval que afectaban a los alumnos de nuevo ingreso de las localidades y beneficiaba a los foráneos.

En esta ocasión, los normalistas señalaron al Gobierno de Layda Sansores por su poca capacidad al frente del Estado, así como al secretario de Educación, Raúl Pozos Lanz, situación que surtió efecto, pues la demanda de correr al director se les cumplió, pero se les ocurrieron nuevas cosas y realizaron un pliego petitorio donde exponen 12 condiciones a cambio de retornar a las aulas.

Políticos opinan

El asunto normalista ha llegado a oídos de todos, tal es el caso del secretario general del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Manuel Santos Cuituny, quien dijo que “al Gobierno del Estado le hace falta definir una estrategia de seguridad adecuada, ya que no ha podido brindar seguridad a los empresarios afectados por los robos de estudiantes”.

Indicó que habría que hacer un análisis del impacto de las agresiones de los supuestos normalistas, debido a que así como han afectado el tránsito de los mexicanos por las carreteras federales, si el asunto continúa tendrá que intervenir el Gobierno Federal por medio de la Guardia Nacional.

Por su parte, el presidente de Morena, Erick Reyes León, señaló que las demandas de los jóvenes pueden desvirtuarse por la presencia de la Federación de Campesinos de México, agregó que tampoco hay evidencia de intromisión de partidos políticos y planteó que los estudiantes ya cruzaron la línea de lo legal al incurrir en actos delictivos.

Hecelchakán

En el municipio, el excomisario ejidal Carlos Leónides Ceh, lamentó la “falta de visión de Layda Sansores”, pues dijo que no pueden reprimir a los estudiantes y que los hecelchakanenses les creen más a los jóvenes. “Con tristeza vemos a los hijos de campesinos que estudiaron y no tienen plazas, pero cuidado, no se puede tocar a los estudiantes”, advirtió.

El maestro de Música de nivel preescolar, Martín Ariel Yah, destacó que no es viable cerrar la Normal Rural y etiquetó como “lamentable” la falta de diálogo de las autoridades.

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JG