Mafia maderera paga hasta mil pesos, al día, a campesinos por tala ilegal en Campeche
De acuerdo con un entrevistado, las especies de Caoba, Granadillo y Jabín son las afectadas por la tala ilícita, las cuales les dejan una ganancia a los campesinos mayas de mil pesos por día (500 en los días “bajos”).
El tráfico de maderas preciosas es una demanda de hace décadas en Campeche que hasta ahora está siendo atendida por el Gobierno Federal, obligando a Gobiernos Estatales y municipales a atender la problemática desde sus capacidades; en la Entidad, el Frente Campesino Independiente “Emiliano Zapata” (Freciez), el Ayuntamiento de Hopelchén y Calakmul, así como la Subsecretaría de Gobierno de la zona Sur del Estado, han señalado problemas en sus territorios.
Dicha situación igual generó que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) disponga de una bolsa de inversión de 52 millones de pesos entre 2021 y 2024, ordenado por el Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
En entrevista con Por Esto!, F.J.R.B. –de oficio “talador”– al ser cuestionado sobre los motivos que lo impulsaron a cometer el ilícito respondió que “pues es el hambre y la pobreza”, también aseguró que los contratistas son empresarios de Puebla, Monterrey y la Ciudad de México que les pagan por adelantado un cargamento, el cual es enviado a través de tráileres con cajas cerradas. De ahí, en el caso de Escárcega, el material maderable es transportado a Canadá, China y Estados Unidos. De acuerdo con el entrevistado, las especies de Caoba, Granadillo y Jabín son las afectadas por la tala ilícita, las cuales les dejan una ganancia a los campesinos mayas de mil pesos por día (500 en los días “bajos”).
Concluyó reflexionando que “esta actividad se va a terminar hasta que desaparezcan los recursos naturales”.
De acuerdo con su testimonio, un total de 20 habitantes del municipio se dedican a la tala para comercializar con los empresarios foráneos.
Por parte del Freciez, algunos miembros destacaron que los señalamientos a las autoridades no son nuevos y llevan más de 10 años pidiendo atención para detener la tala en zonas fronterizas con Guatemala.
Recordaron que ellos intentan proteger las maderas preciosas, pero al verse en desventaja evitan caer en enfrentamientos con personas que se dedican a comercializarlas de forma ilegal.
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JG
