COVID-19 incrementó consumo de sustancias nocivas en jóvenes: CIJ

Durante el confinamiento se abusó del tabaco y alcohol, también la violencia doméstica creció
sábado, 27 de noviembre de 2021 · 15:47

El confinamiento provocado por la pandemia llevó al incremento en el consumo de sustancias nocivas para la salud de los jóvenes entre los 12 a 29 años, como lo es el alcohol y el tabaco, aunque disminuyó un poco el consumo de otras drogas como la mariguana, así como la presencia de casos de estrés, depresión, ansiedad y en algunos de violencia, de acuerdo a las consultas y el trabajo que realiza el Centro de Integración Juvenil (CIJ)  de Ciudad del Carmen, que en lo que va del año ha atendido a más 30 mil personas mediante consultas externas, jornadas de prevención en las escuelas y en diferentes instituciones, y cuando se requiere internamiento son canalizados de acuerdo a la edad, a los Centros de Internamiento como SANNAFARMVida Nueva” en Campeche y el Centro de Internamiento para Adolescentes, dio a conocer José Manuel Sánchez Bonilla, director del Centro de Integración Juvenil de Carmen.

Este centro ajustó este año 32 años de vida y es el único en su tipo en el estado, ya que ni en la ciudad capital se tiene uno, y depende directamente de la Secretaría de Salud Federal, contando con cinco especialistas, como psicólogos, trabajadores sociales, médicos especialistas en la materia, además de 11 personas también con preparación de acuerdo a los servicios que se ofrecen y de apoyo administrativo, así como voluntarios.

En entrevista señaló que la pandemia dejó muchas cosas a la vista que no se habían tomado en cuenta tanto como a partir de ahora, también dejó estadísticas alarmantes, pues “ha habido un aumento en el consumo de drogas o sustancias nocivas ilegales respecto a los pacientes que acuden a este centro, hablando de los pacientes recibidos, y durante este tiempo, año y medio de la pandemia, hemos visto el incremento del consumo más de alcohol y de tabaco, que en otros años”.

Aunque “disminuyó un poco el consumo de mariguana, dado las limitaciones que nos pusieron durante la emergencia sanitaria, que llevó a tener limitantes para que aquellas personas que tienen una dependencia a comprar o a buscar las sustancias, lo que los llevó a consumir sustancias que son legales, como lo son el alcohol y el tabaco”, añadió.

Sánchez Bonilla dijo que en cuanto a las consultas o valoraciones que se hacen, “este año se han mantenido estable en cuanto a la cantidad de gente que ha venido, donde ha habido una variación es en el consumo de las sustancias, incrementando el alcohol y el tabaco, y por la pandemia hemos estado trabajando de manera hibrida, tanto presencial como con el uso de plataformas digitales, para brindar información o atención, esto para disminuir el número de gente que puede venir o acudir al centro”.

Agregó que también ha habido aumento de pacientes “que sufren de ansiedad, depresión a consecuencia de la pandemia, se está dando este tipo de situaciones, sobre todo en adolescentes, muchos adolescentes no estaban acostumbrados a quedarse en casa todos el tiempo, aunque ahorita viene la reapertura, esto genero un conjunto de situaciones de ansiedad, depresión, violencia, incluso, y son otros temas o conceptos que estamos tratando o manejando en los Centros de Integración Juvenil, que como centro de consulta externa es como cualquier otra clínica, el paciente viene, consulta y se va”.

Sobre los casos más severos, sobre todo en el de la drogadicción es recomendable mandarlos a centros regulados o con certificación, “cuando requieren internamiento los enviamos a los centros que están regulados por la Secretaría de Salud, no pueden estar en cualquier lugar, aunque muchas veces existen grupos que han transitado por la enfermedad y tienen ciertos elementos para poderse ayudar, sin embargo, no tienen el apoyo médico y psicológico que es muy importante y es probable en alguno de ellos en alguna situación que no sea la adecuada para el paciente, por lo que debe de haber un diagnóstico para saber cuál es la forma adecuada”.

AsImismo, destacó que en el Centro de Integración para coadyuvar en el combate a las adicciones a nivel social se trabaja “en tres pilares la atención; la parte médica que es fundamental, en esta vamos a mediar las partes que son el aspecto físico y psicológico, pero también está la parte social, por lo que siempre recomendamos que acudan a grupos de autoayuda para poder fortalecer esta parte, como alcohólicos y narcóticos anónimos, que son grupos que de alguna manera apoyan a estar personas, y también está la parte espiritual, independientemente de la religión que tengamos, el sentirnos protegidos por una ser superior es fundamental.

En ese sentido destaca que “nosotros manejamos una corriente que se llama cognitivo conductual, a través del cual ayudamos a los pacientes a mejorar, como identificar los riesgos y a trabajar sobre ellos, pero también se abordan el desarrollo de habilidades, trabajamos con la autoestima, con la comunicación, con la productividad, la resolución de problemas, afrontamiento del estrés, ansiedad que son herramientas que la persona debe de tener”.

De igual forma dijo que el primer paso para avanzar en este tema con los pacientes es señalarles que está es una enfermedad que no se cura, solamente se controla, “hay que recordar que las personas que están o tienen una codependencia hacia este tipo de sustancias prohibidas, que es una enfermedad y como enfermedad se va a tener que tratar como cualquier otra enfermedad, tenemos que tomar en cuenta que tienen tres áreas o momentos, la primera, un diagnóstico, no podemos dar una tratamiento sin un diagnóstico, en este caso tiene pasar a una entrevista inicial, en caso con nosotros”.

De ahí, se realiza un estudio social, un historial clínico, un examen psicológico, “que nos permitan determinar la situación real del paciente, sus fortalezas y debilidades, para iniciar la segunda fase que es la de tratamiento, donde está acompañado, en una momento dado, de terapia individual, familiar, grupal, prevención de recaídas como parte de los servicios y cuando los pacientes requieren medicación tienen que pasar a fármaco-terapia, que es importantisimo para calmar los niveles de ansiedad y otras situaciones que se estén generando”.

Por último, que lo que se tiene que cuidar es que no haya una recaída, “tiene que haber un seguimiento, hay que destacar que es una enfermedad que no se cura, sino que se controla, sigue latente y como seres humanos que hemos pasado por esta situación tenemos que estar pendientes de las personas alcohólicas o adictas a cualquier sustancia nociva, vamos recordar que la primera copa va a producir en cadena una segunda y va a provocar una recaída de alguna forma”.

Esta es la manera como trabaja el Centro de Integral Juvenil, el único en el Estado, “somos un centro de consulta externa, significa que el paciente viene, consulta y se puede retirar; cuando existe problemas un poco más graves se requiere internamiento”, concluyó.

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CC