Campeche: Ramón Méndez Lanz y esposa omiten declaraciones patrimoniales
Ramón Méndez Lanz durante seis años en el Poder Legislativo fue cobijado por “Alito”, mientras que su esposa Cindy Saravia, también fue beneficiada con cargos públicos
La opacidad en las declaraciones patrimoniales es una forma más de ocultar la riqueza mal habida como se ejemplifica en el Presidente del Congreso del Estado, Ramón Méndez Lanz, durante los seis años que manejó el Poder Legislativo y que aprendió de su protector, el exgobernador y actual Presidente Nacional del Partido Revolucionario Institucional, Alejandro Moreno Cárdenas.
Bajo el cobijo de Moreno Cárdenas, Méndez Lanz fue palomeado para ser el candidato del primer Distrito electoral en el 2015 cuando llegó a la LXII Legislatura y desde donde comenzó a tejer las redes para sus negocios particulares que no aparecen en su declaración patrimonial.
En los primeros tres años comenzó a invertir, sin que se sepa de ingresos que permitiera tener tantos y buenos negocios.
Incluso se menciona que su pareja Cindy Saravia López, también aprovechó los cargos públicos en donde estuvo (la dirección del Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos (Cecytec) y la rectoría de la Universidad Autónoma de Campeche) para poder hacer inversiones empresariales y que tampoco aparecen en sus declaraciones.
En las elecciones del 2018, de nueva cuenta con la bendición de Moreno Cárdenas que aprueba que se le incluya en la lista de diputados plurinominales es que Méndez Lanz es reelecto en la LXIII Legislatura y por consiguiente para seguir haciendo negocios, ya que vuelve a presidir la Junta de Gobierno y Administración, al ser el PRI el partido mayoritario en el Poder Legislativo.
Los rumores de su enriquecimiento empiezan a crecer y bajo el amparo de las lagunas legales en la declaración patrimonial no precisa de donde son los ingresos extras que obtiene además de su salario como diputado local.
Este 30 de septiembre concluye su desempeño como legislador sin embargo como muchos que llegan a los cargos públicos terminan su encargo si preocupación porque supieron aprovechar su cargo y contar con negocios, terrenos y acciones que les permitan vivir holgadamente sin que se les sancione por enriquecerse ilícitamente.
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JG
